Jorge Célico: ‘En juveniles se necesita cero tolerancia con la indisciplina’

Jorge César Fortunato Célico nació en Buenos Aires, el 27 de octubre de 1961. Trabajó en El Nacional en inferiores y en el primer equipo. Luego en U. Católica y desde  el 2017 coordina las juveniles de la Ecuafútbol. Foto: EFE.

Jorge César Fortunato Célico nació en Buenos Aires, el 27 de octubre de 1961. Trabajó en El Nacional en inferiores y en el primer equipo. Luego en U. Católica y desde el 2017 coordina las juveniles de la Ecuafútbol. Foto: EFE.

Jorge César Fortunato Célico nació en Buenos Aires, el 27 de octubre de 1961. Trabajó en El Nacional en inferiores y en el primer equipo. Luego en U. Católica y desde el 2017 coordina las juveniles de la Ecuafútbol. Foto: EFE.

Jorge Célico luce leva y en su mano derecha son visibles tres pulseras de plata y dos anillos. Tiene una larga jornada de entrevistas, en el lobby de la Casa de la Selección. Pese a ello, el entrenador, campeón sudamericano con la Sub 20, se toma un tiempo con este Diario para reflexionar sobre el logro histórico y la preparación para el Mundial de Polonia.


¿En qué momento de la competencia se dio cuenta que el equipo podía llegar al Mundial? ¿Cuándo se planteó la opción real de ser campeón?

Cuando acabamos la primera ronda del torneo, sabía que podíamos clasificarnos al Mundial. Tuvimos un grupo difícil, pero impusimos condiciones. En el otro lado, Brasil no estaba bien, a Bolivia siempre le cuesta y Chile no pudo ser protagonista. Nosotros terminamos bien en nuestra zona, haciendo más goles que el resto y recibiendo menos.

Pero y ¿ser campeones?

Cuando empatamos con Brasil y logramos siete puntos. Ahí nos dimos cuenta que una serie de combinaciones nos metían en la pelea. Pero claro, había que esperar el resultado de Colombia con Uruguay, luego nosotros teníamos que ganarle a Venezuela y después esperar a Brasil. Yo presentía que Brasil podía ganarle a Argentina, por la rivalidad, por esa ‘pica’ histórica que siempre existió.

Usted siempre se distinguió por ser un técnico ofensivo, pero con pocos recaudos defensivos. ¿Qué tan ‘ de Célico’ fue esta Sub 20? ¿Usted encontró balance en su forma de defender los partidos?

He madurado en mi forma de ver el juego, pero la esencia sigue siendo la misma. Nosotros fuimos el equipo más goleador del torneo, siempre intentamos atacar. Cuando no pudimos, siempre nos defendimos. Como entrenador, creo que encontré el equilibrio que me faltaba: a veces defenderse bien también es jugar bien.

¿Pero no le gusta esa idea de ‘cerrar los partidos y defenderse’, no?

No, siempre que te defiendes para ‘cerrar el partido’, las cosas pueden salir mal, te puede llegar un gol. Ecuador se defendió teniendo el balón, presionando arriba. Fue la identidad del equipo.

Los aficionados entraron en éxtasis con el título y piden que sus jugadores sean considerados para jugar la Copa América , para dar el paso a la Selección mayor. ¿Está de acuerdo?

Hay que llevarlos de a poco, pero hay que tenerlos en cuenta ¡Esta es una generación campeona, sabe lo que es el éxito!

Usted y su equipo de trabajo probaron a 800 jugadores. De ellos, trajo a 200 a la Casa de la Selección y después terminó con una lista de 23 para el Sudamericano. ¿Cómo fueron los filtros? ¿Cuáles fueron los criterios de selección?

La clave fue lo que observábamos en los microciclos de trabajo: hacíamos partidos y también entrenamientos. Observar comportamientos es muy importante.

¿En qué sentido?

Hay detalles fundamentales: un jugador de Selección debe ser un jugador que marque diferencia en la cancha. Pero no solamente eso: para nosotros era importante saber cómo se sentaban en la mesa, cómo compartían con sus compañeros, cómo respetaban horarios, qué tanta receptividad tenían con las instrucciones del cuerpo técnico.

Hubo jugadores buenos que se quedaron del proceso por no cumplir con estas normas..

Sí, claro. Esto es Selección. Siempre les digo a los muchachos que en juveniles se necesita cero intolerancia con la indisciplina: no es “te equivocaste y te doy una oportunidad”. Aquí es: “te equivocaste y quedaste fuera de la Selección”. Ellos lo entendieron bien.

De los 800 jugadores que vio, solo dos quedaron en la preselección. Pero ninguno fue al Sudamericano. ¿Qué pasó?

En el filtro total quedaron dos futbolistas de ese proceso, pero tuvieron problemas de identidad. Nosotros, a los preseleccionados les investigábamos -vía Registro Civil y vía Policía-. Los dos chicos no pudieron superar el filtro.
Viaja el 22 a Polonia a mirar el sorteo del Mundial y a definir las sedes.
Vamos a viajar con Claudio Campos, coordinador, a mirar sedes y sitios de entrenamiento. Luego del sorteo, dependiendo de los rivales, buscaremos realizar cinco partidos amistosos en Europa.

Se van a reunir a trabajar desde marzo. ¿Serán cinco microciclos de trabajo?

Sí, igual voy a conversar con Hernán Darío Gómez para ver si van a tomar en cuenta a algún futbolista del equipo para la Copa América porque las fechas de trabajo coinciden con el Mundial. Hay un trabajo largo por resolver.

¿No habrá problemas para renovar su contrato?

De mi parte, no. Pero lo que quiero es usar este gran logro para componer las cosas que aún faltan por trabajar.

¿Como cuáles?

Lo que hagan los jugadores cuando no estén en los microciclos. Me encantaría que aprendan inglés. Quiero enseñarles ajedrez. Yo juego ajedrez. ¿Se imagina a un futbolista que sepa jugarlo? ¡Aprendería tanto de estrategia!

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