Entrevista a Carlos Luis Morales exarquero ecuatoriano. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO.
El ambiente político en el que se mueve Carlos Luis Morales no lo aleja del fútbol. Actualmente es presentador de noticias, Concejal de Guayaquil y director de deportes en la Prefectura del Guayas, pero mantiene viva su pasión por el balompié.
Vio la mayoría de los partidos de la Copa América Centenario cuando sus ocupaciones se lo permitían.
Morales protagonizó uno de los más polémicos ‘camisetazos’ del Campeonato Ecuatoriano durante su etapa como portero profesional.
¿Su paso de Barcelona a Emelec (1997) le causó problemas?
No sentí nada hasta que jugué el primer Clásico. Estaba desesperado porque no llegaban propuestas, tenía 28 años y tenía que jugar, era lo único que sabía hacer. Cuando vi que mis excompañeros me atacaban fue difícil.
Pasó de ser un ídolo en Barcelona a ser pifiado. ¿Fue difícil?
Un hincha opina cualquier cosa, a veces no razona. Lo malo es que te gritan cosas, que duelen. En ese momento fue duro. Ahora ya no.
¿Sintió que traicionó a su exequipo?
Nunca. Tomé una decisión para darle de comer a mis hijos y mucha gente no quiso entender eso. Yo soy barcelonista de corazón y eso no cambió por haber vestido la camiseta rival. Cumplí bien con mi trabajo y eso habla del profesionalismo que tuve.
¿Se arrepiente de su paso por Emelec?
Jamás me puedo arrepentir de las cosas que he hecho, más aún si fui un jugador que estuvo en los dos equipos más grandes del Guayas.
¿Qué le faltó a su carrera en el fútbol?
Ir al Mundial con la Selección. Se lo dije a Luis Chiriboga en su momento. Yo debí estar en Japón y Corea 2002. Me lesioné en un amistoso contra México y quedé fuera de la Copa del mundo, pero me recuperé. Seguramente podía pelearle el puesto a José Francisco Cevallos.
¿Qué cualidades debe tener un portero?
El arquero nace, no se hace. Ese puesto uno debe sentirlo desde chico. Hay que buscarlos en cantones, parroquias, ciudades, no tenemos un arquero que esté pasando un proceso para consolidarse en primera.
¿El puesto de golero es poco atractivo?
Lastimosamente es así. En las escuelas de fútbol de la Prefectura del Guayas realizamos una convocatoria y de 500 chicos, solo seis o siete quisieron ser arqueros, el resto quiere ser delantero. Todos quieren ser Messi o Cristiano Ronaldo.
¿Esa falta de generación en las canteras afecta a la selección nacional?
Claro que sí, se debe poner énfasis en la formación a porteros más jóvenes. En la Selección, los arqueros pasan los 28 años. Dos de ellos son naturalizados. Se nos van los arqueros y el inconveniente es que no hay reemplazo.
¿Máximo Banguera y Alexander Domínguez son garantía de la formación local?
Deben levantar su rendimiento y entrar en confianza. A Domínguez no lo veo bien, desde el partido con Paraguay viene en un bajón y que lo recalca con su equipo. Banguera tampoco tiene un nivel óptimo.
Meses atrás usted criticó a Banguera. ¿Lo considera un mal portero?
Fue un llamado muy respetuoso, yo no fui arquero perfecto, tuve bajones. A mí me criticaba Ansaldo (Pablo). Le dije a Máximo que no lo veía en buen nivel, pero lo hice con mucho respeto. Es lo mismo que ocurre con Domínguez.
¿Ratifica esa crítica?
Si ellos consideran que yo soy una persona capacitada para hablar de ellos, que acojan de buena forma la crítica, porque es constructiva. Si creen que puedo aportarles con algo, encantado de la vida puedo sentarme a tomar un café con ellos.
¿El paso de Domínguez a México servirá para que retome su nivel?
Le va a dar la fuerza. Yo encuentro que a él lo vienen siguiendo desde hace muchos años atrás. Si solo hubieran visto sus últimos tres meses seguro no lo contratarían. Tuvo muchos problemas en el último año.