El colombiano Michael Quintero quiere intentar jugar torneos profesionales unos años más. En el 2008 se retiró por lesiones, sobre todo porque fue operado del hombro.
Un año antes, en el 2007, realizó la mejor de sus temporadas y hasta jugó las rondas clasificatorias de tres de los cuatro torneos más famosos, los Grand Slam de Francia, Australia y EE.UU.
Pero después de ese buen momento, en el que llegó a ubicarse en el puesto 245 del mundo, vinieron las lesiones. Todo indicaba que su trayectoria como jugador se quedaba para el recuerdo, pero se recuperó y la temporada pasada volvió a las canchas de manera competitiva.
Desde hoy, el tenista de 33 años será parte del Challenger ATP, trofeo Ciudad de Quito, que se jugará hasta el domingo 22 en el club Buena Vista.
Quintero trabaja por partida doble en el certamen. También es el entrenador de dos jóvenes promesas, el colombiano Felipe Escobar y el brasileño Pedro Bernardi. Ambos se enfrentaron al ecuatoriano Iván Endara en la fase de clasificación.
El sábado, el quiteño derrotó al brasileño. Ayer, en cambio, el ecuatoriano se medía con el colombiano por un cupo en el cuadro principal.
El entrenador que también es jugador ya sabe lo que es disputar un torneo en la capital.
Ya ha participado del Challenger quiteño, pero nunca logró acceder a las rondas estelares. Por eso ahora, recuperado de sus lesiones y con la experiencia de ser también un guía deportivo, espera ser una de las sorpresas y avanzar de rondas desde hoy.
Él aspira a seguir vinculado al tenis, competitivamente, un par de años más. En su faceta como técnico se siente cómodo, por lo que sonríe al imaginar que no se alejará de las canchas.