El uruguayo Eduardo Favaro, de 54 años, dirige a El Nacional desde finales del 2015. Foto: Galo Pagueya / EL COMERCIO
Eduardo Favaro le ‘puso el ojo’ a Ángel Gracia en noviembre del año pasado. Tras un partido ante Fuerza Amarilla, en el estadio Nueve de Octubre de Machala, el entrenador de El Nacional se dirigió al mediocampista y le dijo que le gustaría contar con él en su equipo.
El interés por el jugador sorprendió a los directivos del club militar, pero activaron las gestiones para incorporarlo. El manabita es uno de los seis refuerzos para la temporada 2018 de El Nacional, donde afrontará el campeonato local y la Copa Sudamericana.
Los últimos meses del 2017, el estratega uruguayo también solía acudir a los graderíos de la tribuna del Atahualpa para ver los partidos preliminares de la programación en la que jugaba su plantel. Se puso a ver cotejos del América de Quito y le agradaron el zaguero César Batalla, de 21 años, y del delantero Darley Carabalí, de 19.
Ambos fueron fichados. El DT y los dirigentes hurgaron en la búsqueda de jóvenes de proyección para hacer frente a clubes con más presupuesto. Los criollos ajustan cerca de USD 5,5 millones. “El dinero no siempre da los títulos. No le temo a la elevada economía de otros”, dice Tito Manjarrez, presidente de los criollos.
Los otros tres clubes grandes del país invertirán más. Barcelona tendrá un presupuesto de USD 20 millones; Emelec, de USD 15,5; y Liga, uno superior a los USD 11,2. Cuentan con jugadores de trayectoria y, en algunos casos, con seleccionados de sus países.
Manjarrez y el técnico charrúa se conocieron a finales del 2015. El dirigente asumió su cargo y mantuvo una reunión de dos horas con el charrúa, quien había sido contratado por el anterior Directorio.
Se pusieron de acuerdo en apostar por los jóvenes para optimizar los recursos y rodearlos de un par de experimentados. La fórmula dio resultados, pero con sobresaltos. Con inicios dubitativos, los militares terminaron clasificándose a la Libertadores del 2017 y a la Sudamericana 2018.
En estos años, Favaro debió suplir la salida de jugadores que se consolidaron con él como Michael Estrada, Felipe Mejía y Bryan de Jesús. Este último pagó una cláusula de rescisión de su contrato cercana a los USD 300 000 y tiene previsto incorporarse al Necaxa de México.
Jonathan Borja también se marchó. Fue a Liga, pero con el aval del DT, quien le impuso un castigo por indisciplina la temporada pasada.
Para este año, considera que podrá hacer frente a rivales más poderosos con los refuerzos y los jugadores de la cantera que se consolidaron el año pasado. Seis de ellos fueron titulares y pasaron por las formativas: Franklin Guerra, Luis Segovia, Édder Fuertes, Adolfo Muñoz, Javier Villalba y el imbabureño De Jesús.
Eso sí, la relación entre el DT y los directivos casi finaliza el año pasado. Él pidió que retuvieran a sus jugadores del 2017 como condición para continuar. Las negociaciones se alargaron, pero aceptó dirigir su tercera temporada consecutiva.
“Para este año veo un plantel competitivo, pero debemos tener mucha humildad”, expresó el charrúa, de 54 años, en el complejo del equipo, El Sauce, en Tumbaco, donde vivió los dos últimos años.
El DT Eduardo Favaro da indicaciones a sus jugadores, en el complejo de Tumbaco. Foto: David Paredes/El Comercio
Bajo su dirección, el ‘Nacho’ fue el segundo equipo más goleador (73) del 2017, pero sufrió en defensa al ser el quinto con más tantos encajados (62). Así, el uruguayo tiene una tarea pendiente para fortalecer su alineación.
Muñoz dice que el entrenador le ha ayudado a mejorar su juego. Mientras que Manjarrez resalta que nunca lo ve enojado. “Tiene un liderazgo asertivo”, expresa el directivo.
Una de sus pruebas fuertes será el sábado ante el Municipal de Perú, en Lima ¿Podrá mejorar sus campañas pasadas? El DT dice que peleará por ser un equipo fuerte.