Fue un momento de alegría suprema para ecuatorianos y chilenos, que tras el pitazo final del cotejo fundieron sus gritos y levantaron sus banderas. Ambas selecciones se clasificaron al Mundial.
No importó cómo, no importó el marcador. Los tricolores solo se enfocaron en saltar con el puñado de compatriotas en suelo ajeno. La fiesta también fue suya porque volvieron a un Mundial luego de su última participación en Alemania 2006.
Todos los jugadores se abrazaron y se felicitaron. El DT Reinaldo Rueda soltó nuevamente lágrimas. Se encogió y se tomó la cabeza, mientras recibió el abrazo de sus colaboradores. Cumplió con la promesa que hizo en agosto del 2010, cuando se comprometió con sus pupilos para alcanzar otro Mundial.
“Y ya lo ve, y ya lo ve, clasificamos otra vez…”, se alcanzó a escuchar de la barra ecuatoriana, en medio del griterío de los hinchas locales. Hasta Fidel Martínez, que durante toda la eliminatoria apenas sumó sus primeros y únicos siete minutos, celebró la clasificación a rabiar.
Fue el ambiente de familia que generó desde el inicio el estratega caleño, que fue entendido por los jugadores y que se evidenció en cada entrenamiento.
A la ‘Poja’, como es apodado Martínez, se lo observó en la concentración en Santiago con diferentes compañeros, siempre sonriente.
En la cancha, antes del inicio del cotejo, también acompañó a la delegación Consuelo Gonzalón, cocinera oficial del combinado. Ella lució igualmente un calentador del equipo. Miró el calentamiento por unos minutos. Después ingreso al camerino norte, como una integrante más. Luego se retiró.
Así vivieron la clasificación los hinchas ecuatorianos que acompañaron al plantel desde el país y los residentes en Santiago.
Así festejaron los jugadores, con emoción contenida. Por ello, según indicó a este Diario Frickson Erazo anticipándose a lo que ocurriría, anoche tenían previsto pedir a la directiva de la Ecuafútbol salir más tarde de Santiago a Quito, “para festejar como se debe en el camerino”.
Las redes sociales hicieron eco de la clasificación
Un bombardeo de felicitaciones y agradecimientos se registró la noche de ayer en las distintas redes sociales.
“Estamos en Brasil 2014. Gracias a nuestro seleccionados. Son nuestros héroes”, escribió la periodista Teresa Arboleda.
A esa voz de alegría se unieron decenas de artistas, deportistas, exseleccionados de la Tricolor nacional… El atleta Byron Piedra escribió: “Ecuatorianos ahora nos toca aprender portugués”.
Cléber Chalá, exseleccionado, también resaltó la labor de los tricolores durante las eliminatorias sudamericanas. “Estamos en el Mundial. Bien mi país. Estamos en Brasil 2014. Grande mi país. Felicidades campeones”.
En este bombardeo de agradecimientos también participaron los protagonistas del cotejo entre Ecuador y Chile.
Walter Ayoví regaló unos minutos de su tiempo, antes de tomar el avión con destino a Ecuador, para resaltar que la clasificación se la dedican a su “hermano que ya no está acá”, refiriéndose a la partida inesperada de Christian ‘Chucho’ Benítez.
Lo mismo hizo el técnico Reinaldo Rueda. “Conversaba con mi hija y ella decía que esta clasificación la debemos al ‘Chucho’, y tiene la razón, porque sin sus goles no estaríamos acá”.
El estratega colombiano dio esas declaraciones en la rueda de prensa, que se realiza después de cada encuentro.
Habló tras llorar, una vez más, en el camerino. En la abarrotada sala de prensa, el DT recalcó que apenas pudo abrazarse con sus dirigidos. “Apenas los pude ver”.
Para ellos, solo tuvo palabras de agradecimiento. “Creo que es un sentimiento mutuo. Nosotros estamos agradecidos por su entrega”, comentó el estratega.
En el ingreso al camerino, Jefferson Montero también habló. Aunque no mostró sonrisa alguna, la ‘Turbina’, como lo apodan, aseguró estar emocionado por el trabajo realizado.
Como Jorge Guagua, Antonio Valencia, Alexander Domínguez, Montero resaltó que la clasificación va dedicada al ‘Chucho’, el 11 que también soñaba con jugar en el Mundial de Brasil 2014.
“La grandeza consiste en la humildad y dándole la gloria a Dios. CH11 Mundial”, escribió Luis Fernando Saritama.
En el estadio
Las entradas para el partido entre las selecciones de Chile y Ecuador se agotaron en apenas 20 horas.
En total se vendieron por vía electrónica 35 000 boletos, que se sumaron a otros 9 500 comercializados con anterioridad.
Con la comercialización anticipada de los boletos se aseguró la asistencia de unos 46 5000 espectadores, con una recaudación de USD 1, 6 millones (800 millones de pesos).