Los jugadores mantuvieron una reunión con la dirigencia del Deportivo Quito. Foto: David Paredes/ EL COMERCIO
Después de un fin de semana negro para Deportivo Quito, Luis Fernando Saritama, capitán azulgrana, citó a sus compañeros para tratar el tema de la crisis.
Este lunes 23 de noviembre de 2015, parte de la plantilla llegó temprano al complejo de Carcelén para la reunión, que no contó con la presencia del cuerpo técnico.
Carlos Sevilla llegó al Complejo a las 10:30 y le tocó esperar afuera del edificio de concentración mientras los jugadores salían de la reunión. Después, ingresaron a la cancha para iniciar el entrenamiento.
Según declaraciones de varios integrantes de la dirigencia, el fin de semana les prometieron a los jugadores cancelarles hasta este miércoles 25 de noviembre sus haberes.
El club está suspendido en la Federación Ecuatoriana de Fútbol. Hasta el viernes deberán cancelar USD 180 000 para poder jugar ante Liga de Loja. Si la dirigencia no cumple esto, podría descender automáticamente a la Segunda Categoría de Pichincha, por reincidencia.
El rubro inicial que se había manejado de la deuda era
USD 150 000, pero ayer el presidente de la Comisión Disciplinaria de la Ecuafútbol, Álex de la Torre, explicó en la estación radial Área Deportiva, que el club lo que tiene que pagar es USD 180 000.