Diana Landi: Preparé el triunfo durante tres meses

Faltaban pocos metros para la meta y yo me sentía muy mal. Tengo desde la semana pasada una gripe muy fuerte y me dolía mucho el pecho. Era un dolor intenso, pero más pudo mi voluntad que el cansancio o el dolor.

Cuando llegué a la meta, sentí satisfacción, pero estaba completamente agotada. La tos, que me estaba molestando desde el quinto kilómetro de la carrera, volvió a afectarme y después vomité.

Vi que alguna gente de la Cruz Roja y de la organización de la carrera me ayudaron. Me desplomé, no podía dar un paso y luego me hicieron ingresar a una carpa para recuperarme.

Pasaron algunos minutos y luego pude ponerme mejor. ¿Qué siento ahora? Mucha felicidad, pero sobre todo mucha satisfacción por ganar esta competencia, que no solo es importante en el país, sino también a escala mundial. La Últimas Noticias es una carrera de mucho prestigio.

La victoria de hoy es para mi hija Diana, de 4 años. Ella es mi razón de existir, mi motivación para alcanzar logros en la vida. Me habría gustado que mi niña esté aquí conmigo en el estadio para que vea el triunfo, pero la dejé al cuidado de mi familia.

En la alta competencia siempre hay que sacrificar el tiempo familiar, el tiempo personal. En esas largas jornadas de entrenamiento, la gran sacrificada fue mi pequeña hija. Pero ella pese a su corta edad sabe que todo mi esfuerzo es por ella, para que se sienta orgullosa de mí.

La Quito-Últimas es una carrera dura, exigente, con muchas subidas y descensos. Era complicado prepararla. Hace tres meses empecé a entrenarme para competir junto a mi entrenador Leonel Ramírez, que además es mi esposo.

Practicamos mucho en el sector de El Cinto, en donde aprovechamos para mejorar la resistencia de oxígeno. Fueron jornadas exigentes, de mucha concentración, de mucho trabajo. También decidimos correr en la carretera en las madrugadas, estaba bien preparada y me esforcé mucho para lograr la victoria.

Este es mi primer triunfo en la Quito-Últimas y es bonito saber que llega en una celebración especial de los 50 años. Es hermoso vencer y sé que esta primera victoria me va a abrir muchas puertas en mi carrera deportiva.

La planificación de la carrera fue sencilla. Pude desmarcarme del resto de competidoras por el kilómetro cinco, aunque la nigeriana Ogla Kimaiyo también picaba continuamente e íbamos peleando muy cerrado.

Desde el kilómetro siete empecé a sentirme incómoda con la gripe. Continuamente me daba ganas de toser, pero sabía que no podía aflojar, que tenía que seguir. Cerca del kilómetro 11 ataqué a la meta, sabía que tenía que dar todo para lograr la victoria.

Me sorprendió el apoyo de la gente. Había gente que me reconocía, me decía ‘Vamos Diana’, ‘Vamos Ecuador’. Se siente súper bien, esa es una sensación a la que no estaba acostumbrada.

Este año tengo prevista algunas competencias, incluida una en Guayaquil. Pero el próximo año estaré seguro en la Últimas.

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