Deportivo Quito, en riesgo de ir a la Segunda

Andrés Justicia (izquierda) realizó trabajos de fortalecimiento muscular ante la mirada de Jaime Molina y un compañero del Deportivo Quito, el viernes. Fotos: Diego Pallero / EL COMERCIO

Andrés Justicia (izquierda) realizó trabajos de fortalecimiento muscular ante la mirada de Jaime Molina y un compañero del Deportivo Quito, el viernes. Fotos: Diego Pallero / EL COMERCIO

Andrés Justicia (izquierda) realizó trabajos de fortalecimiento muscular ante la mirada de Jaime Molina y un compañero del Deportivo Quito, el viernes. Fotos: Diego Pallero / EL COMERCIO

La angustia por el descenso se sintió ayer en Carcelén. Los jugadores finalmente sí llegaron al Complejo Ney Mancheno, donde tenían planificado concentrarse a las 09:30 para el partido ante River Ecuador.
Pero el viernes los planes cambiaron.

La sanción impuesta por la Ecuafútbol, que le impide a la ‘AKD’ jugar hoy ante el cuadro porteño, resultó lapidaria y deja al club virtualmente en la Serie B. 
Los jugadores empezaron a llegar al establecimiento desde las 09:15. Ayer no hubo entrenamiento, tampoco la charla técnica en el centro de la cancha, como usualmente inicia la jornada el DT Carlos Sevilla.

El objetivo de la reunión de jugadores, cuerpo técnico y dirigentes -que empezó a las 11:25 y que se prolongó hasta las 13:30- era hablar sobre la situación que vive la institución, que en las próximas cuatro semanas tiene que pagar cerca de USD 1 millón a acreedores y los salarios de la plantilla. 
Patricio Salazar e Iván Gordón, dirigentes del equipo, fueron los únicos que se acercaron al complejo.

En los exteriores esperaban que Joselito Cobo, presidente del Quito, se sumara a la reunión, pero no se dio. Él, según sus allegados, dejaría el club en los próximos días.
En el rostro de los jugadores se notaba la preocupación.

Alexi Lemos, arquero, conversó con unos familiares y les aseguró que era inminente el descenso a la Serie B. Otros integrantes evitaron hablar y esperar la versión del presidente.
A los jugadores les preocupa la situación en la que está el club, a cuatro fechas de que finalice el torneo.

El equipo es último en la tabla de posiciones acumulada, con 32 puntos, y el déficit llega a USD 19,5 millones. Además, todavía les deben los sueldos de septiembre, octubre y una quincena de agosto.
El Quito tiene un plazo más para evitar otra catástrofe.

Si la dirigencia no paga una deuda que mantiene con la Asociación de Futbolistas Ecuatorianos y otros clubes, hasta el viernes 27 de noviembre, por USD 150 000, descenderá automáticamente a la Segunda Categoría de Pichincha.

La otra semana la ‘AKD’ debería jugar con Liga lojana, pero en caso de no pagar no podrá presentarse y por ser reincidente descendería a la Segunda, según los reglamentos de la Ecuafútbol.

Pero en caso de cubrir las deudas tiene que jugar en las próximas semanas cuatro partidos claves ante Liga lojana, Independiente del Valle, 
El Nacional y Emelec, en ese orden.


La economía en la B


Con el antecedente de los descensos de Aucas, Macará y Técnico Universitario, los presupuestos disminuyen hasta en un 75% de lo que manejaban en Serie A. La ‘AKD’ proyectó para este año un presupuesto de USD 3,5 millones, el cual buscaron alejarlo del déficit de USD 19,5 millones que acarrean desde el 2008, cuando logró el campeonato tras 40 años.


El club recibió este año USD 1,5 millones por la transmisión televisiva de sus cotejos de local en el estadio Atahualpa. En caso de un descenso, este bajará a USD 160 000, rubro que reciben los clubes en la B.
La actual directiva de la ‘AKD’ no detalló los rubros que reciben por la publicidad en su camiseta.

En el 2013, el espacio principal de la camiseta lo obtuvo la embotelladora Pepsi, por un pago anual de USD
300 000. Se llegó a tasar en USD 200 000 la publicidad que estaba en la parte superior de la espalda, y en USD 120 000 a la que estaba en las mangas.
Uno de los equipos que estuvo seis años en la B es el Aucas, que el 2014 recibió USD 80 000 de la Cooperativa Andalucía, como auspiciante principal.

Otro ejemplo es Macará, club que disputó 16 temporadas en la Serie B, y que pese a ser un equipo tradicional, le ha resultado difícil encontrar auspiciantes. “En esta categoría no existe un parámetro para conseguir recursos, la mayoría de patrocinadores se logran con relaciones de amistad”, señaló Miller Salazar, presidente del conjunto ambateño.

El reciente ascendido Delfín, que regresa a la Serie A luego de 14 años, es otro caso. Los ‘cetáceos’ recibieron este año USD 70 000 por los derechos de televisión y consiguieron que la empresa pesquera Fresh Fish sea su patrocinador principal por USD 50 000 al año.

También obtuvieron auspiciantes secundarios por USD 30 000, 
20 000 y 15 000, según su exposición en la camiseta.
El Quito tiene la exclusividad para comercializar las vallas publicitarias en el estadio Atahualpa desde 1966, por una Ordenanza municipal emitida cuando Luis Pallares Zaldumbide estaba al frente de la Alcaldía quiteña.

Por este rubro, la ‘AKD’ recibe cerca de USD 500 000 anuales.
Los chullas son el séptimo club con mayor recaudación en la A, con un promedio de 6 831 espectadores en 19 fechas que actuó, con entradas a USD 5 y 8.

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