Sebastián Guayasamín: 'El Rally Dakar está más complicado de lo esperado'

En su perfil de Facebook, Sebastián Guayasamín publicó fotografías de su participación en el Dakar por Bolivia. Foto: Facebookk de Sebastián Guayasamín

En su perfil de Facebook, Sebastián Guayasamín publicó fotografías de su participación en el Dakar por Bolivia. Foto: Facebookk de Sebastián Guayasamín

En su perfil de Facebook, Sebastián Guayasamín publicó fotografías de su participación en el Dakar por Bolivia. Foto: Facebookk de Sebastián Guayasamín

Quedan cuatro etapas, pero Sebastián Guayasamín prefiere contar día a día. "Estamos afrontando un Rally con mejor preparación, la conducción requiere mucha concentración y pericia, debemos estar atentos a todo lo que va apareciendo en el recorrido", relató desde Salta, en Argentina, el piloto ecuatoriano de 33 años.

Se tomó unos minutos para relatar algunas de sus vivencias del Rally Dakar, a través la red social Whats App, el lunes por la noche previa a la etapa de ayer. "Marc Coma, director deportivo del Dakar había anticipado que la edición de este año iba a ser difícil, pero ha resultado mucho más complicado de lo que se esperaba", especialmente a lo que tiene que ver con la navegación, los climas y los terrenos.

"En Asunción (donde partió el Rally) estuvimos a 45 grados centígrados. En Bolivia llegamos a los 4 600 metros sobre el nivel del mar y sentimos 0 grados centígrados de temperatura. La etapa del sábado se canceló porque además del mal estado de las vías comenzó a nevar y los campos estaban congelados", señala el piloto ecuatoriano que participa por tercera edición en esta competencia.

Destaca que, precisamente esa experiencia que vivió en las dos ediciones anteriores, le permitieron llegar al 2017 con mejor preparación física y del auto. "El entrenamiento que realicé en Cruz Loma y el Pichincha, durante tres meses, me ayudó en las cuatro etapas que se realizaron en Bolivia. Muchos pilotos se retiraron allí porque les afectó la altitud".

Esa preparación física le ha permitido "adaptar su cuerpo fácilmente a los cambios de temperatura".

Pero su auto, el Toyota Hilux, sufrió algunos desperfectos, especialmente en lo referente al sistema eléctrico. "Los autos del Dakar están preparados para las altas temperaturas, para correr por desiertos, pero hemos transitado por lugares con mucho lodo y lluvia. Ese exceso de agua afectó los sistemas eléctricos, pero hemos podido solucionar esos problemas y vamos avanzando, sin mayores sustos".

Se le sintió tranquilo, pero emocionado porque está entre los 45 primeros de la competencia. "Eso hace que las etapas sean más tranquilas, hay menos autos, menos huellas y avanzamos día a día sin complicaciones".

Con respecto a las postergaciones de primes de velocidad o etapas como la del sábado, dijo que no le afectó el brillo y prestigio de esta competencia.  "Si bien la temperatura y los caminos impidieron que se desarrolle la etapa, también fue un tema de seguridad. Los helicópteros no podían volar, allí se traslada el personal médico y de logística para prestar las primeras asistencias en caso de accidentes. Los pilotos de motos y cuadrones van solos, y eso preocupa a la organización".

Sebastián Guayasamín está ilusionado con llegar a Buenos Aires el sábado luego de 12 etapas, pero sabe que se vienen cuatro etapas que son difíciles por varios factores. "Hay mucha ansiedad de los piloto, porque a estas alturas, nadie quiere quedar fuera, pero regresamos a Argentina donde volverá el calor. Son cuatro etapas que se correrán con muchos nervios".

La etapa que más le inquieta es la que se cumple hoy entre Salta y Chilecito, sobre 406 kilómetros de velocidad para un total de 977 km. "Todos hablan que es la más dura del Dakar, pa prueba más dura para el auto y el piloto".

Este tramo final del Rally lo trata de tomar con mucha calma. En las ediciones anteriores llegó hasta la quinta etapa, y ahora ya completó ocho.

Se mostró agradecido con el trabajo que le brindan sus mecánicos, liderado por Juan Francisco Escudero, César Enríquez y Johnny Revelo. "Han realizado un trabajo excelente. Para cada etapa el auto está a punto. Ellos también han tenido que superar el sol, la lluvia, las altas temperaturas, trabajo por las noches y las madrugadas, pero todo ha sido perfecto".

Agradeció en especial a su copiloto, el argentino Mauro Lípiz. "Con él he compartido muchos momentos de estrés, que ahora se han convertido en parte del juego".

Se despidió con la esperanza de cumplir el objetivo, y envió un abrazo a todo el país "por su respaldo incondicional".

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