LeBron James fue campeón de la NBA con los Heat en 2012 y 2013. Es su primer título con Cavaliers. Foto: Jason Miller/ AFP
El astro LeBron James fue el capitán que supo llevar la nave a puerto seguro cuando guió magistralmente a los
Cleveland Cavaliers a su primer título de la NBA tras destronar a los Golden State Warriors.
El maestro de estos partidos decisivos y con la ayuda de su escudero, Kyrie Irving, dio una lección de básquet a la audiencia en el Oracle Arena de Oakland para vencer 93-89 a los Golden State Warriors y ponerse la corona envuelto en un llanto emocional.
El ‘King James’, o el ‘Rey LeBron’ guió a su equipo a completar la hazaña de la mayor remontada de la historia de las finales de la NBA al ganar por 4-3 luego de ir a bajo 1-3, algo que nunca había sucedido.
Fueron sus palabras, al terminar la faena, las que mostraron al gran maestro de la estrategia y los momentos difíciles. “Traté siempre de tener la mente positiva. Estábamos concentrados, cambiamos nuestra filosofía y finalmente ganamos unos partidos espectaculares y estamos ahora en el libro de los récords”, dijo LeBron después del partido clave. La hazaña de LeBron fue forzar la definición en el séptimo y decisivo encuentro, y disputar el título en la cancha de los Warriors, los campeones defensores. Anotó 27 puntos, sumó 11 rebotes y
11 asistencias, mientras que su compañero Irving le apoyó con 26 tantos.
Ambos encestaron 41 puntos cada uno en el quinto juego, para convertirse en la primera pareja en lograr ese marcador en un partido.
Luego, en el sexto desafío, LeBron volvió a volar y sumó 41 tantos, 82 en dos encuentros, un registro que se codea ya con los mejores de siempre.
Además de su hazaña deportiva, LeBron también cumplió su palabra. Y es que hace dos años, cuando anunció su regreso a Cleveland, le prometió un título a su ciudad. Y como todo un caballero, cumplió.
La decisión que tomó James, de dejar todo en Miami para volver con su exequipo, el que le había seleccionado de número uno en el sorteo del 2003, no fue entendido por muchos, pero la estrella de la NBA.
De ahí que, al concluir el partido en Oakland, James, que reivindicó su condición de ‘King’ de la NBA, pudo expresar el ya histórico grito de “¡Cleveland, esto es para ti!”. Atrás había quedado la frustración de las primeras finales de la NBA que disputó con los Cavaliers y que perdió por un aplastante 4-0 ante los Spurs de San Antonio, en el 2007.
Tras la humillación sufrida ante los Spurs, James decidió ir a los Heat de Miami, donde consiguió dos títulos y disputó cuatro finales consecutivas.
Cleveland fichó a un base brillante de gran futuro como
Kyrie Irving. Fue entonces cuando LeBron decidió volver a los Cavaliers. El año pasado ya disputó la final con los Warriors, que en esa ocasión se coronó campeón. Este año fue su turno.