El montañismo persigue desafíos complicados que para la mayoría tiene el perfil de un despropósito. Son proezas en solitario que requieren años de preparación en que los fracasos superan a los triunfos y solo los espíritus fuertes superan altísimos niveles de adversidad.
Carla Pérez luchó ocho años para lograr el 23 de mayo la cumbre del Everest sin la ayuda de oxígeno embotellado. Fue la sexta mujer y la primera latinoamericana en lograr semejante proeza.
Carla, guía de montaña de 33 años, integró el proyecto Somos Ecuador liderado por Iván Vallejo, primer ecuatoriano en conquistar el Everest sin oxígeno. El proceso comenzó en el 2009 siendo su objetivo ubicar nuevas generaciones en el Techo del Mundo y hacer una nueva ruta en el Kyzy Asker (en Asia) donde para vencer una pared vertical sus integrantes permanecieron “colgados” durante 15 días. Esto les valió ser nominados para el Piolet de Oro, que viene a ser el Oscar del montañismo.
En el 2013, Carla se quedó a 200 metros de la cumbre del Everest por descompensaciones físicas. Lloró en silencio su revés y trabajó con más ahínco. En el 2014 subió al Cho Oyu (8 201 m) y al año siguiente conquistó el Broad Peak (8 051 m).
Este año subió al Everest y cerró el ciclo exitoso de Somos Ecuador, proyecto de 8 años con una inversión de USD 450 000 que proyectó a cinco montañeros ecuatorianos.
La proeza de Carla es el resultado de un proceso bien hecho acompañado de talento, paciencia y capacidad de ella y de su grupo de trabajo.