Ante la insuficiente disponibilidad de vehículos cero kilómetros en los concesionarios de las diferentes marcas para atender la demanda de los compradores, muchos de ellos están volteando su atención al mercado de los autos seminuevos, lo cual está dinamizando ese sector.
No obstante, hace pocos días se dio el caso de una gran estafa en ese negocio por parte de un grupo de individuos que, desde el rol de intermediarios, vendieron a terceros varios automotores sobre los que pesaban prendas comerciales, pues originalmente fueron adquiridos con créditos y estos aún no habían sido cancelados en su totalidad.
Ese hecho delictivo causó perjuicios a una casa comercial que entregó los vehículos a los intermediarios sin haber recibido más que el 50% de su valor total, y también a los nuevos compradores, que los adquirieron sin hacer la respectiva verificación de documentos y perdieron los autos y el dinero cuando el caso salió a la luz.
Por ello, el comprador de un carro usado nunca debe desembolsar una suma parcial o total sin antes verificar el estatus legal y comercial del vehículo. Las consecuencias de una omisión de ese tipo pueden ser muy lamentables y costosas.