Imagen referencial del exfutbolista Diego Armando Maradona. Foto: AFP
Hace 30 años, enojado por el bajo presupuesto que dedicaba a la contratación de jugadores, Diego Armando Maradona, todavía el número 10 de Boca Juniors, dijo que Mauricio Macri, entonces presidente del club, administraba la entidad como un “cartonero” que vive de la venta de cartones y vidrios.
El año 1997 puede ser el inicio, entonces, de una relación de enfrentamiento entre Maradona, ahora ex futbolista y embajador de la FIFA en el mundo, con el actual presidente de Argentina. Los diferencia su origen. Maradona nació en Villa Fiorito, uno de las barriadas más pobres de los suburbios de Buenos Aires.
Macri es uno de los empresarios más poderosos de Argentina y el continente.”Él es cuna de oro”, expresó el astro hace tres décadas, luego de que Macri dijera que temía que el “10” muriera en una cancha por su adicción a las drogas en aquel momento. Desde esa época hasta hoy el ex capitán del seleccionado argentino no abandonó sus críticas a Macri.
La última fue esta semana y por medio de un video enviado desde Dubai, donde reside buena parte del año, al gremialista argentino Sergio Palazzo, líder del sindicato de trabajadores de bancos.
Maradona lo felicitó por lograr un incremento de 24 por ciento en los salarios de los trabajadores que representa, pero, además, le dijo que la oposición política debía unirse para enfrentar a Macri. Y entre los dirigentes a los que convocó incluyó al exsecretario de Comercio del kirchnerismo, Guillermo Moreno. “Todos juntos volveremos.
No nos dividamos más”, agregó Maradona en una convocatoria dedicada, especialmente, al peronismo, el partido que, según dijo en varias ocasiones, representa sus ideas políticas. El llamado de Maradona a la unidad partidaria fue celebrado en las redes socialespor militantes del kirchnerismo. En los últimos años el astro argentino se convirtió en un seguidor de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015).
“Soy más cristinista y peronista que nunca”, afirmó el 13 de abril pasado, cuando la exjefa de Estado debió declarar en la justicia por primera vez desde que dejó el poder. Si bien nunca se postuló para ocupar cargos políticos, Maradona siempre dio su opinión acerca de la realidad argentina y el rol de sus dirigentes.
Respaldó a Raúl Alfonsín (1983-1989), el primer presidente que tuvo el país desde el regreso de la democracia luego de siete años de dictadura militar. Tuvo una relación ambigua con Carlos Menem (1989-1999), que en 1991 lo nombró embajadador deportivo del país pero al que culpó, el mismo año, de haber sido detenido durante algunas horas por tenencia de drogas.
A fines de 2001, Maradona aseguró que si Menem le ofrecía ser su vicepresidente en las elecciones de 2003, aceptaría la propuesta. “Si me lleva como vicepresidente yo voy”. También cambió elogios y críticas con Fernando de la Rúa (1999-2001), que renunció a la presidencia tras solo dos años de gestión y en medio de un estallido social provocado por una grave crisis económica.
En noviembre de 2001, pocas semanas antes de la salida de De la Rúa, Maradona tuvo su partido homenaje en el estadio La Bombonera, el templo de Boca Juniors.
En aquellos días, Macri, entonces presidente del popular club, reconoció que vivía con el astro una relación “tensa y difícil”. Por su parte, a Eduardo Duhalde, que presidió el país entre 2002 y 2003, lo criticó siempre con dureza. “Si lo veo a Duhalde en el desierto, le tiro una anchoa”, respondió una vez cuando el dirigente peronista hizo referencia a su adicción a las drogas.
La llegada al gobierno argentino de Néstor Kirchner (2003-2007) encontró a Maradona cerca del poder. Cuando el ex mandatario falleció en 2010, asistió al sepelio y acompañó a su viuda, la presidenta Cristina Fernández. Desde ese momento es “cristinista”.
El arribo de Macri al gobierno en diciembre de 2015, tras derrotar al kirchnerismo en las elecciones,reavivó en Maradona su sentimiento crítico.”Veo una Argentina de rodillas. Todo el mundo quiere ir a comprar y no puede. O si va a comprar, no le alcanza. Macri sigue siendo un cartonero”, sostuvo Maradona meses atrás. En la relación Maradona-Macri el tiempo parece no pasar.