32 656 personas asistieron al partido en el cual la Selección de Ecuador derrotó a Uruguay, por la tercera fecha de la eliminatoria al Mundial Rusia 2018. Foto: Armando Prado / EL COMERCIO
El pasado martes, 48 horas antes del partido de la Tricolor con Uruguay, el tesorero de la Ecuafútbol, Hugo Mora, anunciaba que los tiques para el encuentro se habían agotado.
La campaña de la Selección (primera en la tabla con tres victorias al hilo), fue un imán para 32 656 espectadores que llegaron el Atahualpa y dejaron una taquilla jugosa: USD
1 440 398,50. Esta fue la segunda recaudación exitosa de la Selección: el mes pasado, ante Bolivia en el mismo estadio Atahualpa acudieron 27 333 personas que dejaron USD
1 002 180. En total, en el inicio de las eliminatorias, la Ecuafútbol recaudó USD 2 442 578.
Otro dato interesante: el año pasado, la clasificación de la Tricolor a Brasil permitió que la FEF reciba USD 11 073 304, rubro que incluye la preparación previa, participación en la Copa del Mundo, partidos amistosos internacionales, taquillas, ingresos de publicidad y derechos de televisión, y licencias de mercadeo en torno a la Selección mayor.
Pero, además de la relación con sus patrocinadores y con los derechos de Televisión, la pasión por la Selección activa una serie de líneas de negocios, formales e informales.
El experto en políticas públicas y desarrollo, Juan Carlos Holguín, cree que el fútbol se ha transformado en un generador de economía cíclica, que viabiliza el consumo en medio de la crisis. Cita el caso de los restaurantes que ante el anuncio de que el partido sería televisado para Quito engancharon a los clientes para mirar el juego en sus locales.
En la ciudad hay 9 000 vendedores autónomos con licencia de la Agencia Distrital de Comercio. De ellos -según Holguín, exsecretario de Desarrollo Productivo y Competitividad de Quito-, al menos la mitad estaba en los alrededores del estadio ofertando productos como comida, camisetas, gorras y banderines.
Verónica Pineda, dueña del restaurante La Hueca del Estadio, hace 10 ollas de guatita para un juego de Selección; en un partido de campeonato solo se cocinan dos. El exfutbolista Cristian Bottero, dueño del restaurante La Casa de Bottero, menciona que tiene 50% más de clientes en un juego de la Tri.
El comercio informal se prepara con meses de antelación sus líneas de negocio, en las cuales destacan la reventa, mercadeo gráfico, textil, de alimentos y bebidas.