El deporte ecuatoriano requiere un cambio para mejorar en Tokio 2020
La ecuatoriana Alexandra Escobar fue la mejor latinoamericana en los 58 kg de levantamiento de pesas; terminó en cuarto lugar en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Foto: EFE
La participación de Ecuador en los Juegos Olímpicos volvió a decepcionar. De los cinco deportistas con más posibilidades de medalla, solo la pesista Alexandra Escobar terminó cerca del podio: fue cuarta en 58 kilos.
La delegación, formada por 38 seleccionados de 12 disciplinas, ratificó una vez más que está lejos de las potencias mundiales y regionales, en la mayoría de disciplinas.
Quienes están cerca del deporte élite sugieren -para los próximos Olímpicos 2020, en Tokio- optimizar los recursos
económicos. También consideran que los procesos formativos requieren una transformación en la estructura deportiva para proyectarse al alto rendimiento.
El único campeón olímpico de Ecuador, Jefferson Pérez, está convencido de que las medallas no se las encuentran, sino que se las construye. Por ello, propone un proyecto de 10 años con 1 000 atletas, con la posibilidad de que 100 deportistas logren los cupos olímpicos y 10 alcanzarían subirse al podio.
La sugerencia de Pérez incluye “hacer un mejor uso de las asignaciones económicas”. De esa manera, considera que se alcanzaría una transformación del deporte.
En los Juegos de Londres 2012, el atletismo fue el punto más alto con la clasificación de Álex Quiñónez a la final de los 200 m libres. Fue séptimo.
Pero en esa disciplina, hasta ayer, lo más destacado es lo hecho por las velocistas Ángela Tenorio y Marizol Landázuri, quienes se ubicaron entre las 20 mejores del mundo. Tenorio llegó a las semifinales en 100 y 200 m.
En Río apareció un grupo de jóvenes que se proyecta para los próximos Juegos. Estos son: Neisi Dajomes (18 años), pesista que terminó séptima en 69 kilos; Samantha Arévalo (22 años), novena en aguas abiertas; a ellas se unen las dos velocistas.
Las decepciones también se presentaron en deportistas que cayeron en la primera ronda y en otros que se retiraron. El ciclista Byron Guamá es uno de ellos. Los judocas Lenín Preciado y Freddy Figueroa perdieron en la primera ronda; Nicolás Wettstein, en ecuestres, se retiró en el segundo día de competencia, mientras Marina Pérez fue 38 entre 40 deportistas.
En la marcha, un deporte ante el cual el mundo olímpico está atento por el antecedente de Jefferson Pérez y sus medallas, Andrés Chocho aún está en deuda. En Londres fue descalificado en los 50 kilómetros y en Río en los 20 km. Se aguarda su recuperación en la prueba de los 50 km, de hoy, donde también estarán Rolando Sanquipay y Claudio Villanueva.
El ministro del Deporte, Xavier Enderica, es consciente de la situación del deporte en el país y él espera que terminen los Juegos para evaluar la participación del país. Él lidera el programa de Alto Rendimiento, que agrupa a los deportistas élite y a otros con buenos resultados.
“Necesitamos realizar evaluaciones en todos los aspectos, porque el propósito es evolucionar. Se trata de nuestro primer ciclo olímpico y debemos tomar correctivos en cuanto al tema dirigencial, técnico, el establecimiento y manejo de equipos multidisciplinarios. También se analizarán los rendimientos de cada deportista para iniciar el proceso para Tokio 2020”, dijo el funcionario en Río.
Ángel Matute, exseleccionador nacional de triatlón, destaca el apoyo que brinda el Plan de Alto Rendimiento. Sin embargo, sugiere hacer los correctivos necesarios. “Hay que enfocarse en un grupo selecto, cuyos deportistas tengan posibilidades certeras de medallas en los Juegos Olímpicos del 2020”.
De esa manera, se optimizarán los recursos económicos que vayan a favor de los seleccionados juveniles con éxitos internacionales. La idea es no dejar de lado a los futuros seleccionados del país, quienes con una estructura sólida pueden seguir un proceso de ocho a 12 años.
En la actualidad, los padres de familia de los seleccionados prejuveniles y juveniles son, en su mayoría, quienes cubren los gastos de los viajes a los torneos internacionales. Pero hay un límite, y cuando eso sucede, el deportista se retira por falta de apoyo pese a sus triunfos sudamericanos y panamericanos.
Uno de los que comparte la propuesta de Jefferson Pérez es Alberto González, dirigente deportivo y padre de un ciclista élite. “Me parece una propuesta importante y tiene una clara disposición en beneficio de los deportistas”.
En criterio de González, para cualquier proyecto se deben corregir las falencias que se advierten en las federaciones deportivas provinciales. “Hay una clara politización del deporte”. De allí que, en las divisiones formativas, “hay gente sin experiencia, sin criterio, que cumple lineamientos políticos”.
Igual ocurre con la dirigencia. “Personas que no están de acuerdo con la camiseta política son mal vistas, se toman medidas para alejarle y eso no debe ser”. De manera categórica sostiene que el deporte y la política no comulgan. También se debe mejorar el tema de los equipos multidisciplinarios.