El jugador del equipo español, Rafa Nadal, golpea la bola durante el cuarto partido de la eliminatoria España-Alemania de cuartos de final de la Copa Davis que disputa contra Alexander Zverev el domingo 8 de abril del 2018 en la plaza de toros de Valencia. Foto: EFE
La eliminatoria entre España y Alemania de este fin de semana fue pura Copa Davis: emoción, épica, partidos eternos y un ambiente espectacular para llenar de razones a aquellos que quieren mantener el actual formato de la competición.
La Federación Internacional de Tenis (ITF) anunció en febrero un plan para modificar el torneo y convertirlo en una especie de Copa Mundial.
El objetivo es reducir el calendario y reunir a 18 equipos durante una semana de noviembre en una ciudad. Habría fase de grupos y eliminatorias a partir de cuartos, y cada serie consistiría de dos individuales y un dobles al mejor de tres sets. Sin embargo, rompería la tradición de eliminatorias en casa y fuera, uno de los principales reclamos de un torneo que se jugó por primera vez en el año 1900.
El plan nace a partir de un millonario acuerdo entre la ITF y el grupo inversor Kosmos, del futbolista español Gerard Piqué. El acuerdo implica una asociación a 25 años por USD 3 000 millones.
El proyecto, que se introduciría el año que viene si supera una votación de la ITF en agosto, es consecuencia de las quejas de numerosos tenistas en las últimas temporadas.
El calendario no da tregua y la Davis, además, no reparte dinero ni puntos para el ranking. Sin embargo, ofrece algo más allá de billetes: mucha mística y mucha historia. “Esta competición tiene 125 años y hay una razón por la que todos los tenistas ‘top’ la han querido ganar alguna vez”, dijo el fin de semana Boris Becker, ex número uno y campeón de seis Grand Slam, entusiasmado por el ambiente en la plaza de toros de Valencia.
“Me parece fantástico jugar en una plaza de toros. El dinero no puede igualar este ambiente. Esta atmósfera, esta pasión…”, añadió. “Esto es algo único y por eso no me gustaría perder el hecho de que esta competición se dispute con eliminatorias en casa y fuera”.
El ex tenista alemán admite que la Davis necesita “un nuevo maquillaje”, pero sus ideas van más por acortar los partidos de cinco a tres sets o por comprimir las eliminatorias en dos días en vez de tres.
Con ello, opina, se reduciría el desgaste de los tenistas sin dañar la esencia del torneo. “¿Va en serio, ITF? ¡Están intentando acabar con las series en casa y fuera, los cinco sets y este ambiente increíble! De todo eso se trata cuando uno representa a su país. #Orgullo #Pasión #VotaNo”, escribió en Twitter el ex tenista australiano Lleyton Hewitt, con un enlance al partido de dobles entre España y Alemania. Duró cuatro horas y 40 minutos.
“¿Quién está viendo el España vs. Alemania? ¿Todavía quieren matar la Copa Davis? Echen un vistazo al ambiente… #INCREÍBLE”, señaló precisamente durante ese encuentro Lucas Pouille, número once del mundo.
El francés, que formó parte del equipo galo que venció a Italia 3-1, fue muy crítico con los planes de la ITF. “Si se cambia, tengo decidido que no voy a jugar porque se transformaría en una exhibición”, aseguró el francés días antes al diario ‘L’Équipe’.
El capitán alemán, Michael Kohlmann, se acordó del presidente de la ITF tras ese encuentro de dobles. “Un saludo para David Haggerty”, dijo Kohlmann en una entrevista televisiva. El jefe de la federación alemana, Ulrich Klaus, es de la opinión de Becker: “Se necesitan cambios, pero ninguna reforma radical que rompa una de las competiciones deportivas más antiguas y prestigiosas”.
Rafael Nadal, líder del ranking de la ATP, vivió con especial nerviosismo el triunfo de David Ferrer sobre Kohlschreiber en el último partido de la serie, que acabó con triunfo del español tras casi cinco horas.
Saltó, se comió todas las uñas e incluso se subió a su silla para pedir los ánimos del público. Sin embargo, el campeón de 16 Grand Slam es uno de los jugadores que más han apoyado el cambio de formato.
El domingo lo volvió a decir: “En los últimos años se ha perdido la presencia regular de los mejores jugadores. Esta competición merece una inyección de energía. Nada es perfecto, pero será más bonito si juegan los mejores”. Si se impondrá la innovación o la tradición se conocerá en agosto, cuando la ITF celebrará en Orlando su Reunión Anual General. Para que se apruebe, se necesita una mayoría de dos tercios.