Tuve la suerte de formar a Antonio Valencia, Christian Benítez, Jorge Guagua, Félix Borja y Pedro Quiñónez, jugadores que llegaron al equipo con el anhelo de triunfar en el fútbol. Para mí, la mejor manera de contribuir al país es ayudando a cumplir el sueño de los chicos.
En El Nacional acogemos estas ilusiones de jóvenes que desean triunfar en el fútbol. Tenemos grandes ejemplos de jugadores que brillan en el mundo, que se han ganado un reconocimiento y admiración. Nombré a algunos y seguiremos formando a otros, porque esa es nuestra labor.
Pero la proyección no es solo para beneficiar a nuestro equipo, también sirve para darle a la Selección nuevos talentos. Igualmente, para los equipos del mundo.
Otro beneficio que damos en el equipo es la posibilidad de vivir cómodamente a nuestros jóvenes en las instalaciones del club. Muchos son pobres y llegan desde las provincias para triunfar, ganar dinero y ayudar a sus familias.
Les damos alimentación, salud, vivienda y valores para afrontar la vida. Es mejor jugar que delinquir o drogarse.