Los dirigentes de fútbol de los clubes son audaces y desafiantes. Ellos se contradicen porque usaron la palabra “crisis” como estandarte para difundir y, después, aprobar la Asociación de Fútbol Profesional del Ecuador (AFPE).
Sin embargo, tres equipos aumentaron sus presupuestos con el propósito de aspirar al título y también a las copas internacionales.
Es por eso que hay contradicciones en la propuesta de ser austeros con los hechos. Barcelona, Emelec y LDU gastarán USD 32,5 millones, entre los tres. Este año confían en que cubrirán esos rubros con los patrocinadores y los ingresos por taquilla que dejarán los hinchas en los estadios.
Es necesario que esta temporada se cumplan los presupuestos establecidos y que no se sobrepasen o, de lo contrario, eso sería un mal precedente para la naciente AFPE, que operará desde el 2017.
Los cientos de reclamos de los futbolistas por salarios atrasados y los déficits millonarios, acumulados en los últimos años, deberían considerarse como alertas para las normativas de la próxima entidad que administre el fútbol ecuatoriano.
Pero mientras suceda eso hay que ser prudente en los gastos y conformar una comisión que se encargue de ese control para evitar que, a mediados del año, se repitan las demandas de los futbolistas a través de su agremiación. Por eso, es necesario ser cuidadoso con los excesivos gastos.