Sus detractores lo acusan de ególatra y sus fans elogian su autoconfianza. Pero si hay algo innegable cuando se habla de Cristiano Ronaldo es que el nuevo Balón de Oro 2013 tiene una voluntad de hierro.
Durante cuatro años vio cómo su máximo adversario, el argentino Lionel Messi, subía al estrado para recibir el premio a mejor futbolista del año en Zúrich, pero el portugués nunca dejó de creer que volvería a estar donde siempre se vio a sí mismo.
“Creo que merezco ganar el Balón de Oro todos los años”, señaló Cristiano, que presume de sinceridad y aborrece la falsa modestia, como dejó ver en una entrevista publicada en A Bola.
Sus lágrimas en el estrado del Kongresshaus de Zúrich, después de recibir el trofeo de manos de Pelé y abrazar a su hijo, hablan del deseo obsesivo con el que Cristiano quería recuperar ese lugar. “Los que me conocen saben lo difícil que ha sido llegar a este momento”, explicó.
Hace casi un mes, el luso inauguró un museo dedicado a sí mismo en Funchal, la capital de su natal isla de Madeira. Cuatrocientos metros cuadrados para exhibir 126 trofeos que logró a escalas individual y colectiva. En realidad, 127, pues ya prometió encontrar un lugar para su segundo Balón de Oro.
Cinco años después del primer Balón de Oro, logrado tras ganar la , Cristiano recuperó ayer el cetro sin conquistar ningún título en el 2013.Liga de Campeones con el Manchester en 2008
Lo hizo a base de puro gol. El delantero del Real Madrid fue el único que se salvó de la zozobra del equipo merengue en el último año de José Mourinho, con el que Cristiano no acabó en buenos términos.
La cifra de 69 goles en 59 partidos y la forma en la que dominó los partidos aplastó incluso los cinco títulos de Franck Ribéry con el Bayern Munich.
Cerca de USD 96 millones le costó al Real Madrid fichar a la estrella del United en 2009, pero nadie en la casa blanca cuestiona una compra que consideran más que amortizada.
Cristiano se superó año a año en una carrera frenética en la que la rivalidad con Messi lo empujó a traspasar sus límites. “¿Si nos hacemos mejores? Quizá sí, y eso es bueno para el fútbol”, advirtió el portugués.
No hay entrenador que no elogie la ética de trabajo de Cristiano. El cuidado de su cuerpo puede llegar incluso al narcisismo, pero eso lo convierte en un portento físico difícil de parar. “Yo siempre trabajo con el objetivo de mejorar”, dijo el portugués, que este año renovó con el Madrid y se convirtió en el jugador mejor pagado del mundo.
Según el periódico Marca, el portugués renovó su contrato con el Madrid hasta junio del 2018 a razón de unos USD 23 millones netos por temporada. A eso hay que unirle su condición de jugador más costoso de todos los tiempos.
El sueldo de Cristiano es fruto de sus 50 goles por año y de su impacto mediático. Él posee casi el triple de seguidores que el propio Real Madrid (21 274 403 por 8 826 602 en Twitter). Eso, traducido en dólares genera negocios millonarios en publicidad.
A punto de cumplir 29 años, Cristiano Ronaldo vuelve a la cima del fútbol a base de goles, gimnasio y una voluntad de hierro.
Ese trabajo lo elogiaron sus propios rivales como Lionel Messi. “Estuve mucho tiempo fuera (de los terrenos de juego por una lesión) que me impidió jugar las semifinales de la Champions. Después me lesioné, pero eso no tiene nada que ver, creo que Cristiano hizo méritos como para ganar (el Balón de Oro)”, dijo el argentino.
Otras figuras como el ecuatoriano Antonio Valencia también han destacado el trabajo de ‘CR7’. ‘Toño’ votó por el portugués, por Radamel Falcao y Franck Ribéry.
Jupp Heynckes y Silvia Neidla ganaron como mejores DT en el fútbol masculino y femenino, respectivamente. Nadine Angerer fue la mejor jugadora.