La crisis de Liga de Quito

Uno de los clichés que se quedaron en el imaginario de los aficionados, dirigentes y también de los periodistas es: “los técnicos son hijos de los resultados”. Esto se lo aplica en todos los continentes.

En una crisis de resultados de fútbol los primeros en irse son los entrenadores, sin importar los nombres. Pero no siempre estos son los responsables. La estructuración de un equipo le compete a los directivos y técnicos, en ese orden.

Por eso es válido recalcar que el origen de la crisis en Liga Deportiva Universitaria recae solo en el fugaz paso de Claudio Borghi. Eso es un error. Es todo lo contrario. Es una responsabilidad compartida en la cual es necesario precisar que esta temporada se hicieron contrataciones en puestos que no eran prioridades. Por ejemplo, se contrató a Daniel Angulo, sin tener en cuenta que solo podía jugar el campeonato y no la Libertadores. Nadie duda de la capacidad de la capacidad técnica y física del delantero ecuatoriano.

Los equipos se estructuran con experiencia y juventud. Aún así es inevitable precisar que esa mezcla no fue procesada por el entrenador saliente y la dirigencia. Trajeron jugadores para que puedan retirarse, sin priorizar las necesidades. En este camino es importante revisar las equivocaciones y admitirlas para encontrar las soluciones. Pero sobre todo es vital que los futbolistas asuman responsabilidades para sacar a Liga de ese pozo. Son ellos los llamados a mejorar o de lo contrario la crisis tendrá otrasconsecuencias.

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