Un fanático de Ecuador asiste el 16 de junio de 2016 al partido entre EE.UU. y Ecuador por la Copa América Centenario en CenturyLink Field en Seattle (Washington). Foto: David Fernández/ EFE
La Copa América Centenario hasta el momento, no cumple con las proyecciones de asistencia que se habían establecido hace 12 meses atrás.
Según Forbes, el evento que conmemoraba los 100 años del certamen de selecciones más antiguo del mundo, rebasaría los dos millones de entradas vendidas y alcanzaría el doble de audiencia en comparación con la generada en el 2015, en Chile, es decir, por arriba de 600 000 televidentes.
Sin embargo, el torneo apenas rebasa el millón de entradas vendidas, quedándose a la mitad de lo presupuestado 12 meses atrás. Los números son claros: de los 24 partidos jugados hasta el momento, apenas cinco superaron los 50 000 espectadores.
Si se compara con la Copa del Mundo en 1994, uno los 20 mundiales de la historia del fútbol que tuvo un récord en entradas vendidas, con un total de 3 587 538 en los 52 juegos, con un promedio de 68 991 asistentes por partido, la distancia es abismal.
En aquel Mundial, en 36 partidos en la etapa de grupos, solamente en uno, registró menos de 50 000 personas. Fue en el encuentro entre Nigeria y Bulgaria, en el estadio Cotton Bowl de Dallas, con una concurrencia de 44 132 aficionados.
En esta Copa América, en cambio, el duelo de menor concurrencia fue entre Ecuador y Perú, con apenas 11 937 espectadores, en un estadio con capacidad para 63 400.
Ni siquiera Lionel Messi conmovió a los estadounidenses. El seleccionado que más llama la atención en el torneo del centenario es México.
Contra Uruguay, los aztecas convocaron a 60 025 aficionados en Phoenix. En el Rose Bowl de Pasadena, que se ubica a casi tres horas de viaje en automóvil desde la frontera con Tijuana, el juego contra Jamaica recibió a 83 263 espectadores, una asistencia que no es superior al Colombia vs. Rumania que se jugó en el mismo escenario, pero hace 22 años en el Mundial. Aquel juego reunió a 91 856 aficionados.
Los boletos están considerados como los más costosos en la historia del torneo. Su precio se puede comparar con lo que cuesta un partido de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL por sus siglas en inglés). El boleto más barato tiene un costo de USD 50 y el más caro, supera los 500.
En la medición de televidentes, la cadena Fox indicó que el partido inaugural, entre Colombia y el combinado local, tuvo más de 1,5 millones de telespectadores, cifra que es menor a un 0,5% de la población de Estados Unidos e inferior a los niveles de audiencia de un evento top estadounidense.
A Univisión le ha ido mejor. La cadena hispana tuvo un promedio de 2,9 millones de espectadores durante el primer fin de semana del torneo, una cifra que fue un 14% mayor que la que tuvo en la fase de grupos del Mundial Brasil 2014.
La poca importancia de los estadounidenses hacia la Copa, también se refleja en los diarios. El USA Today, por ejemplo, hizo apenas una referencia a la victoria local sobre Costa Rica (4-0), con una pequeña mención en su portada y media página en el interior del suplemento deportivo.
El mismo día, The Boston Globe, no mencionó a la Copa en su portada, y en páginas interiores informó con un texto pequeño el triunfo de Chile sobre Bolivia (2-1) .
The Wall Street Journal dedicó su espacio a la despedida de Muhammad Alí, la derrota de Cleveland Cavaliers y a una explicación de las nuevas zapatillas de Stephen Curry.