Los directivos actuaron a medias en el Congreso de Fútbol. Fueron con un solo propósito: la creación del nuevo organismo, la Liga o Asociación Profesional de Fútbol.
Evitaron hurgar en el FIFAgate, lo trataron esquivamente. Adujeron que deben tener un pronunciamiento de la Justicia en el proceso que le siguen al Presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) suspendido.
Solo los directivos de LDU, Espoli, Católica y Manta pidieron que se incluyera una votación para destituir al Presidente procesado judicialmente.
El resto (20 clubes de la A y B y las asociaciones) evitaron el tema, que es considerado el mayor escándalo en la historia del fútbol mundial por las coimas y sobornos.
Esa es la imagen que quedó del Congreso de Fútbol, que se realizó el viernes en Guayaquil.
Aun así, lo más significativo es la aprobación del nuevo ente, que regirá desde el próximo año.
Esto le quitará las funciones básicas con las que la FEF ha operado históricamente.
Desde el 2017 se quedarán solo con las selecciones y otras funciones menores.
Era necesario dar ese vuelco para encontrar otros espacios de administración de los campeonatos, tal como ya opera en otros países.
Pero al mismo tiempo tiene que existir un compromiso entre sus promotores para que sus normas y regulaciones económicas sean claras, sin perjudicar ni favorecer a equis club.