Galo Sánchez (derecha) es presidente de la Comisión Disciplinaria de la Ecuafútbol. Aquí junto a otro directivo. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Las reuniones de la Comisión Disciplinaria de la FEF suelen extenderse de dos a tres horas cada martes, dependiendo de las novedades que se registren en las fechas del campeonato nacional. El salón donde sesionan, en Guayaquil, permanece herméticamente cerrado mientras se revisan los informes de árbitros, comisarios y delegados especiales.
Desde que Galo Sánchez asumió la presidencia de la comitiva, en febrero del año pasado -anteriormente era el principal de la Comisión de Arbitraje– las actas de sanciones se entregan al final del Comité Ejecutivo, o los miércoles por la mañana.
Su comitiva fue blanco de las críticas los últimos meses, debido a su accionar en temas coyunturales, como la suspensión del estadio George Capwell, la sanción al DT Guillermo Almada y la apertura de expedientes disciplinarios a dos jugadores canarios.
El salón -con una mesa ovalada donde sesionan los seis miembros-, que queda junto al departamento de prensa de la FEF, es una parada obligatoria de los dirigentes de clubes antes del inicio de las sesiones del Comité Ejecutivo.
Jorge Reinoso, abogado de Barcelona SC, estuvo pendiente de las resoluciones de la comitiva en las últimas tres semanas. El jurista criticó la actuación de los comisionados, que consideró “poco oficiosa” a la hora de juzgar.
Esto ante la decisión de abrir un expediente a los jugadores Máximo Banguera y Beder Caicedo, por supuestos gestos obscenos, basado en videos -que según Reinoso- no constarían con la certificación del canal oficial que transmite los partidos del campeonato nacional, GolTV.
Como respuesta, Sánchez argumentó que la comisión puede usar otros medios para sancionar, como recortes de medios impresos y videos no oficiales. Así mismo, habló de la celeridad que se debe tener en temas de sanciones a jugadores, para “evitar suspicacias”.
Las declaraciones del directivo se amparan en los artículos 19 y 21 del reglamento de la Comisión Disciplinaria.
Sin embargo, eso contradice lo que el mismo Sánchez mencionó en noviembre del año pasado, cuando no se sancionó al estadio Capwell por falta de un video certificado. Eso permitió que Emelec utilizara su escenario ante Delfín, en la primera final del campeonato.
Las omisiones o las sanciones leves son el principal punto de crítica. Esteban Paz calificó a la comisión como “ambigua”, por lo que espera que a partir del próximo año, con el inicio de la Liga profesional, estas polémicas se terminen.
“No se puede sostener el fútbol ecuatoriano basado en comisiones que dejan mucho que desear, que son manipulables, que se prestan para presiones”, dijo el directivo albo. Él recordó la suspensión parcial del Capwell, por la violencia de los aficionados de Emelec, que según él debió tener una sanción ejemplarizadora.
Paz también apuntó al Tribunal de Apelaciones, que según su criterio debería desaparecer. Esta comitiva se creó en julio del 2015, por pedido y aprobación del Congreso Ordinario, que se celebró en enero de ese mismo año.
Pese a que también es una comisión permanente, esta solo se reúne cuando es convocada y generalmente lo hace los viernes. En poco menos de tres años de funcionamiento, la Asociación de Fútbol No Amateur de Pichincha (AFNA) pidió su disolución en dos oportunidades.
Actualmente la preside Manuel Picón, quien antes se desempeñaba como el principal de la Cámara de Resolución y Disputas de la FEF. El mes pasado, el organismo destituyó al secretario del tribunal, Luis Idrovo, por supuestas faltas graves durante el juzgamiento al estadio Capwell. Idrovo es hijo del actual gerente de Emelec.