Cuando fue presentado en el Salón de Ginebra de este año, muchos de los asistentes creyeron que se trataba de la tercera generación del Fabia. De hecho, su aspecto es una proyección modernista del compacto de la marca checa.
No obstante, al revisar más detenidamente sus dimensiones, en las que se destaca la amplia distancia entre ejes, se pensó que podría tratarse de un nuevo modelo intermedio para cubrir el espacio existente entre el Fabia y el Octavia.
Pero las especulaciones cesaron una vez que Jurgen Stackmann, miembro de la junta directiva de marketing y ventas de Skoda, declaró que el Vision D es solo un auto de referencia. “No es un modelo que vaya a fabricarse. Es un cupé deportivo y no estamos en el negocio de construir cupés deportivos”, dijo el ejecutivo.
En tal sentido, el Vision D no es otra cosa que un ejercicio de estilo que muestra al público lo que puede esperar de la marca en los próximo años. “El ADN del nuevo diseño está en la sencillez de las líneas. Es importante que sea atemporal, no de moda. Un Skoda debería seguir siendo atractivo 10 años después de su lanzamiento”, agregó.