El tuning le da una particular estética interna y externa al auto. Es un reflejo de lo que su propietario quiere y por eso se los conoce como vehículos personalizados.
En la mayoría de casos, los valores de las modificaciones e instalaciones de audio, video y otras duplican el valor inicial del auto.
Según Adrián Valdez, dueño de un Suzuki Forza 1 rojo, cada automotor “refleja los gustos del dueño”. Él modificó el motor de su vehículo: colocó pistones y rines de competencia, barras estabilizadoras, cables de bujía y un árbol de levas de 12 000 revoluciones para elevar la potencia.
Mandó a tapizar con cuero la parte interna, colocó una “jaula” para protegerse de algún accidente, implementó tacómetros y manómetros para medir la revolución del motor, para saber si falta aceite o sube la presión de la temperatura.
Todo está integrado con cinturones de seguridad para la protección de los ocupantes.
Sobre el audio, instaló dos plantas: la una para parlantes y otra para bajos. Tiene dos de1 000 RMS (Mediación Real de Potencia de Audio), que equivale a 2 000 vatios de potencia cada uno. Las chapas de las puertas son selladas y tiene un circuito eléctrico para evitar robos de los equipos.
Hace 6 años compró el vehículo en USD 3 800, pero ahora con las modificaciones hechas le cuesta 14 000. “Eso es el tuning, siempre hay algo nuevo que hacer”, agrega Valdez, quien es máster en biotecnología y da clases en la Universidad del Azuay.
Rafael Palacios, en cambio, tiene un Aveo Evolution blanco que le costó USD 19 000. En un año ha gastado 4 000. Instaló un sistema de audio, radio con Internet y GPS. Puso una cámara de retro, asientos de cuero, dos bajos de 1 000 RMS, cuatros parlantes ovalados y componentes.
Otro amante del tuneo es José Luis Muñoz, quien adquirió en USD 8 900 un Volkswagen Golf GTI, modelo 94 color rojo.
En seis meses ha erogado USD 4 000 en modificaciones del vehículo. Colocó vidrios eléctricos, radio con pantalla, luces posteriores en altezza de leds, luces de xenón… Se acopló una bisagra para que la puerta se abriera a 70 grados (vertical), entre otros cambios.
Valdez, quien no deja de limpiar su carro con franela, sostiene que su erogación y la de sus amigos es poca comparada con la de Pedro Pablo Ospina, presidente de Koncept Club del Ecuador.
“Él tiene invertido en modificaciones cerca de USD 25000 en un Mazda 3, es uno de los mejores carros a escala nacional”. Sobresale en audio, estética, en partes…
Las edades de quienes tienen como hobby el tuning de autos están entre los 20 y 35 años. La aspiración es acoplarse a las nuevas tendencias y estilos europeos y estadounidenses. Estas ya no usan luces leds en los aros ni demasiados detalles llamativos.
El tuning se ha expandido en Cuenca y hay varios clubes. Aparte de Koncept Club del Ecuador, que reúne a 73 autos, están GTracer y Drift. Además, mueve una cantidad de negocios con tiendas de accesorios. Para el 1 de diciembre está prevista una competencia en Guapán, Azogues.
Las recomendaciones
Los expertos sugieren paciencia a quienes incursionan en este hobby. Modificar el vehículo accesorio por accesorio.
Los precios, en audio, van de USD 300 a 15 000. Por ejemplo, un amplificador está en USD 200.
Los aros estándar van desde USD 300 hasta 2 000. Los más caros son aros cromados. Todo depende del dinero del cliente.
La potencia del sonido es de 150 decibeles, superior al estruendo de una turbina de avión, que llega a 120 decibeles.