Muchas personas creen equivocadamente que ciertos elementos mecánicos, exteriores e incluso interiores de un vehículo pueden limpiarse con gasolina, diésel, alcohol u otros disolventes fuertes, cuando en realidad su aplicación puede dañar gravemente las superficies.
Afortunadamente, en los últimos años el mercado de productos de limpieza y protección para vehículos se ha desarrollado ampliamente y pone a disposición de los usuarios una gran cantidad de productos para lavar, limpiar, pulir, abrillantar y proteger recubrimientos exteriores e interiores con excelentes resultados.
Muchos de ellos, además de que remueven la suciedad, eliminan rayones, resaltan el color de la pintura y le dan brillo, mejoran la apariencia de los paneles internos, restauran las propiedades de los distintos tipos de tapicerías, mejoran la visibilidad a través de los vidrios y brindan protección contra los rayos solares, la humedad, el agua, el polvo, etc.
Estos productos son el resultado de profundas investigaciones realizadas por firmas especializadas, pues resulta inapropiado y perjudicial utilizar aquellos que fueron creados para tareas diferentes.
Además de las superficies metálicas de la carrocería, un vehículo tiene recubrimientos de cristal, de caucho, plásticos, textiles, cuero, entre otros.
Por sus notorias diferencias, no es recomendable lavar o limpiar estos materiales con una misma sustancia, que si bien podría ser buena para un tipo de superficie, pudiera no ser útil para otra.
Así por ejemplo, un producto para limpiar superficies de vinilo pudiera ser perjudicial si se aplica en un determinado tipo de alfombra o en una tapicería de cuero.
Los fabricantes de productos de cuidado y embellecimiento vehicular lo saben bien y cuentan con líneas diferenciadas para casi todo tipo de aplicaciones.
Su formulación química apunta a mantener prácticamente intactas las propiedades de cada material, por lo cual la limpieza se complementa con un factor de protección con efecto duradero.
Entre la gran variedad de opciones que se puede encontrar en el mercado, es recomendable elegir aquellos productos cuyos componentes son biodegradables, pues de esa manera se evita contaminar las fuentes de agua con residuos químicos peligrosos.
Pero además de las sustancias, también hay elementos de aplicación específicos para cada caso. No es lo mismo aplicar un champú con una camiseta vieja que con un paño de microfibra, o una cera con una toalla de cocina que con una esponja apropiada.
En muchos casos, los efectos también dependen de cómo se aplicó el producto y la sustancia que se utilizó. De ahí la importancia de seguir las recomendaciones del fabricante.