La Leyenda de Senna

El pasado 1 de mayo se cumplieron 20 años del trágico fallecimiento del genial piloto brasileño de Fórmula 1, Ayrton Senna, cuando estrelló el Williams que pilotaba contra un muro de concreto del autódromo Enzo y Dino Ferrari de Ímola, Italia, a más de 200 kilómetros por hora.

Aunque Senna no fue el primer conductor que perdía la vida en competencia (la lista se cuenta por decenas), puede decirse que su muerte sí fue la más sentida en la historia de la máxima categoría del automovilismo. No solo porque se trataba de un tricampeón de quien prácticamente nadie dudaba que llegaría a romper muchos de los récords vigentes en ese deporte, sino porque era un ser humano carismático, frontal y dueño de una determinación que le valió la admiración de muchos.

Además de recordarlo como un piloto muy rápido, maestro bajo la lluvia y capaz de sacar el máximo potencial hasta de los monoplazas menos desarrollados, el deporte motor le reconoce su impulso a la seguridad en vida y las mejoras que su muerte impulsó, pues después del suyo la F1 no tuvo otro fallecimiento que lamentar. Dos décadas después, el mundo tuerca aún lamenta su partida, rememora sus hazañas deportivas y le rinde tributo.

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