El sueño de todo niño se hizo realidad en Rumania. Muchos pequeños en el mundo tiene piezas de lego para jugar y construir autos a su manera, pero casi nadie los puede conducir en la realidad.
La única excepción a esta regla es el rumano Raúl Oaida, quien sí se traslada en uno. El europeo tuvo la brillante idea de construir un automotor con piezas de lego sobre el chasís de un vehículo real. El uso de la estructura fue necesario para evitar problemas de integridad estructural para los ocupantes.
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Un total de 500 000 piezas fueron utilizadas para construirlo y su velocidad final es de 20 km/h. Inclusive, el motor, que es impulsado por aire comprimido, también fue elaborado con estas partes plásticas.
Este impresionante propulsor dispone de 256 pistones y dos botellas de aire comprimido a alta presión. Mediante un video que se publicó en las redes sociales es increíble ver cómo se mueven esos pistones, conformados en su totalidad por estas piezas nada especiales. Aunque pareciera que se va a desarmar esto no ha ocurrido.
Los únicos componentes que no son de este material, además del chasís antes mencionado, son los neumáticos, las llantas, los indicadores del panel de instrumentos y algunas otras partes estructurales.
Pero piezas como el volante, las puertas, los asientos y sobre todo el motor, sí están íntegramente construidas con estos elementos.
Según reveló su propietario, fueron necesarios más de USD 20 000 para la elaboración y cerca de 18 meses de diseño, desarrollo y construcción. Durante las últimas semanas, el vehículo recorrió las calles de un suburbio en Melbourne, Australia, por exhibición.
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El hombre que financió este proyecto es el australiano Steve Sammartino, quien aseguró estar muy feliz de participar con Oaida.
“El auto es increíble. La habilidad y la inventiva de este joven son sorprendentes. Pero quizás lo que es más fabuloso de todo es el tamaño del vehículo”.
El empresario aseguró que todo se inició con un mensaje en Twitter. Desde ese momento empezaron a recolectar dinero de sus fans. Aunque negó ser aficionado de los legos o de los autos, él confió en esta apuesta tecnológica. “Lo que soy es un entusiasta de la tecnología y deseaba mostrar lo que es posible cuando uno desarrolla una idea con financiación de la gente y emplea a jóvenes talentosos”, expresó.
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Por el momento, sus artífices no tienen planes para producir otros vehículos como este. “He estado hasta el cuello en piezas de lego durante cuatro semanas y todavía me duelen los dedos. No estoy muy animado a construir otro”, añadió. En definitiva es una obra que reafirma la frase: “Nada es imposible”.
Fuente: motorpasion.com