Durante la Segunda Guerra Mundial, el rol de las mujeres cambió radicalmente debido a que dejaron el hogar para incorporarse completamente al mundo laboral.
A partir de este suceso histórico, empezaron a usar pantalones, en lugar de faldas o vestidos y se involucraron más en la sociedad.
Recibir una remuneración por sus labores les dio más independencia económica y se convirtieron en una fuerza vital de trabajo, especialmente en los países del primer mundo.
Cuando Estados Unidos entró en una nueva era de prosperidad, los suburbios cobraron importancia, al igual que las grandes urbes. Esto obligó a la gente a buscar un medio de transporte eficiente.
Así, la idea de que las familias solo tuvieran un automóvil fue relegada. Los vehículos dejaron de ser un lujo y se convirtieron en una necesidad básica.
Estos dos eventos históricos, empujaron a los fabricantes automotrices a sacar al mercado vehículos diseñados especialmente para el género femenino. Tal es el caso del Dodge La Femme.
El mercado del automóvil en 1950 estaba destinado exclusivamente al sector masculino, por eso este nuevo ‘target’ fue estratégico para el negocio automotor.
La Femme se desarrolló a partir de un Dodge Custom Royal Lancer, el mejor de la gama.
El diseño de este bólido se adaptó a los gustos femeninos. Por ejemplo, la carrocería se pintó de blanco y rosado y se sustituyeron sus letras cromadas por unas doradas que decían La Femme.
El interior también se adecuó al gusto de las féminas, aunque simplemente se cambiaron los tapizados a un color beige.
Una serie de accesorios extras era parte del equipamiento de este bólido, que incluía un bolso rectangular que combinaba con la tapicería, un abrigo impermeable con su sombrero y un paraguas.
Pero había más: el bolso contenía una funda para el pintalabios, una cigarrera, un mechero y una funda impermeable para el bolso. Todo ello podía ser guardado en los nuevos compartimentos situados tras los asientos delanteros.
Este auto también se destacó por un avanzado motor (similar al del Custom Royal Lancer) . El propulsor era de ocho válvulas, con el que desarrollaba 275 caballos de potencia y un torque de 245 Nm.
En 1956 el Dodge La Femme tuvo ligeras modificaciones. En el exterior, los colores cambiaron a tonos más pasteles. El nuevo interior se especializó aún más. Las plazas adquirieron un nuevo tapizado, los compartimentos de los asientos se rediseñaron para guardar más cosas y hasta las alfombras se adaptaron al gusto femenino.
1956 también supuso el año de su fin, con 1 000 unidades vendidas en 1955 y otras 1 500 construidas en el año de su desaparición. En total se fabricaron 2 500 La Femme.
Actualmente se pueden encontrar pocos ejemplares a la venta en por un precio de USD 7 000, aunque aquellos que estén en estado de concurso tienen un costo superior.
Fuente: autocosmos.com