Hace poco más de un mes, Automotores y Anexos nos extendió una invitación para viajar a Colombia y asistir al lanzamiento regional del flamante Renault Duster.
Se trata de un SUV compacto que desde hace dos años se comercializa con éxito en Europa bajo la marca Dacia (perteneciente al constructor francés).
Además, según nos aseguraron, en los pocos meses que lleva vendiéndose en los países del Mercosur, ya ha desplazado a otros ejemplares consagrados del segmento.
Este último dato me generó una gran expectativa por conocer qué factores hicieron que el Duster lograra un éxito comercial tan significativo en tiempo récord y en países donde su competencia es fuerte.
Claro, el vehículo tiene un diseño moderno y atractivo y cuenta con un espacio interior muy generoso, pero esas cualidades, por sí solas, no justifican el éxito en un mercado cada vez más exigente.
Algunas dudas se despejaron en la planta de Sofasa, ubicada en el municipio de Envigado, contiguo a Medellín, donde se ensamblan los ejemplares que se venderán en México, Centroamérica y el Caribe, Colombia, Ecuador, Perú y Chile.
Después de un recorrido por las instalaciones donde los asistentes conocimos el proceso de producción del Duster, los directivos de Renault para Colombia y la región ofrecieron una rueda de prensa a los medios acreditados.
En ella explicaron que, si bien el Duster latinoamericano toma como base al modelo europeo, incorpora más de 700 componentes inéditos desarrollados en Brasil, con el fin de adaptar el vehículo a los requerimientos de la región.
El ambicioso proyecto de producción del Duster en Colombia implicó una inversión de más de USD 30 millones por parte de la matriz francesa, destinados principalmente a las adecuaciones de la planta, a la adquisición de tecnología y a la capacitación del personal.
Además, la integración de un 28% de componentes locales (piezas de refrigeración, transmisión, aros, llantas, cojinería, vidrios, pintura, entre otros) permitió reducir los costos de producción para manejar precios muy competitivos dentro del segmento.
Como complemento, desde la variante más básica el Duster incluye elementos de equipamiento que en otros vehículos están disponibles como parte de un paquete opcional y elevan notablemente su precio de venta.
Todas estas condiciones configuran un todoterreno con una relación costo/beneficio sobresaliente que es precisamente la característica en la cual Renault basa su estrategia comercial.
Al volante de un Duster recorrimos diferentes tipos de caminos del departamento de Antioquia, donde mostró una ágil respuesta mecánica, el confort y estabilidad de la suspensión y mucha versatilidad para afrontar obstáculos por la altura de su carrocería.
No obstante, a mi regreso a Quito me pareció pertinente contrastar las buenas sensaciones que me dejó el ‘test drive’ de ese ejemplar con motor de 2,0 litros a una altitud promedio de 1 500 msnm, con el desempeño que me ofrecería otro con motor 1,6 a 2 800 msnm que Ayasa me facilitó.
La respuesta de este vehículo, que es la versión de acceso a la gama, superó mis expectativas. Al buen desempeño del motor contribuyen las relaciones de la caja de cambios, configurada para la Región Andina. El Duster 1,6 propone mucho por USD 19 900.