Por tratarse de la mayor concentración de autos Ferrari fuera de Italia, el ya tradicional certamen estadounidense denominado Cavallino Classic actualmente goza de relevancia mundial.
Las decenas de modelos de la marca que desde 1992 se congregan en los jardines del hotel The Breakers de Palm Beach, Florida, representan una cifra económica tan exorbitante que, cada año, antes del evento, los empleados del establecimiento retiran, inclusive, los cocos de las palmeras y cualquier otro elemento que pudiera amenazar su integridad.
Si bien este dato ayuda a tener una idea más cercana de la exclusividad de la muestra, cabe añadir que entre los 86 autos participantes había varios modelos únicos pertenecientes a distintas épocas. Algunos de ellos tenían ciertas configuraciones particulares, específicamente solicitadas a la fábrica por sus propietarios.
La XXI edición de este certamen que premia al Ferrari más bello y representativo en EE.UU. se realizó el pasado 21 de enero y tuvo como motivo especial de celebración el 50º aniversario del 250 GTO, considerado por muchos el mejor auto de carreras de todos los tiempos.
No obstante, de los 36 ejemplares construidos entre 1962 y 1964, apenas cinco llegaron a la cita norteamericana. Pero ya en la exhibición, los GTO compartieron protagonismo con otros exóticos ejemplares de la serie 250 carrozados por las firmas Vignale, Pininfarina, Ghia y Scaglietti.
Cavallino Classic también puso en escena a 21 de los Ferrari más destacados de los años cincuenta y sesenta. Incluso hubo dos ejemplares de los años cuarenta.
El primero de ellos no fue otro que el célebre 125 S, el primer modelo de la marca italiana que debutó el 25 de mayo de 1947 en el circuito de Piacenza. Al año siguiente de su lanzamiento, el auto recibió una carrocería más moderna y un nuevo motor de 2 litros, en reemplazo del original de 1 500 cm³.
No obstante, tras una reciente restauración integral llevada a cabo en un taller especializado, el auto mostró sus condiciones originales sobre el chasís marcado con el número 010l que lo identifica.
Otro Ferrari destacado de la jornada fue el 166 MM Vignale de 1953, con chasís número 0314M. El auto llegó desde Inglaterra de la mano del restaurador británico DK, que debió intervenirlo en dos ocasiones luego de que el auto fuera robado después de exhibirse en la Mille Miglia italiana del 2000.
Fuente: barchetta.cc