El cambio es obligatorio

El cambio en los plazos adecuados ayuda a preservar el motor.

El cambio en los plazos adecuados ayuda a preservar el motor.

Pese a ser un procedimiento muy básico del mantenimiento vehicular, aún hay cierto desconocimiento entre los usuarios respecto del cambio de aceite, sus plazos y otros aspectos.

Como se explicó anteriormente, las funciones que cumple el lubricante son fundamentales para que el motor preserve sus condiciones óptimas durante el mayor tiempo posible, por lo cual el cambio debe hacerse oportunamente.

El plazo entre cambio y cambio está directamente vinculado con el tipo de aceite que usted utilice y con las condiciones en las que opera el vehículo habitualmente.

Para los usuarios de aceite de origen mineral, el cambio generalmente debe hacerse cada 5 000 kilómetros que, para alguien que recorre hasta 1 500 kilómetros cada mes, representa un lapso de entre tres y cuatro meses.

La importancia de un cambio oportuno radica en el hecho de que, con el uso el aceite va perdiendo paulatinamente sus propiedades y acumula residuos metálicos (viruta), resultante de la fricción entre las piezas internas del motor.

Si el cambio no se realiza en el plazo indicado, el lubricante deja de tener las cualidades necesarias para cumplir adecuadamente sus funciones y el motor sufre las consecuencias de ello: Desgaste acelerado y daños internos pueden ser el resultado de un descuido de ese tipo.

Pero el aceite no solo pierde sus propiedades con el kilometraje, sino también con el paso del tiempo. Aun cuando el vehículo pase la mayor parte del tiempo parado o recorra distancias cortas, los expertos recomiendan cambiar el aceite cada seis meses, pues una vez que ha salido de su envase también se degrada por el no uso.

En el caso de los aceites sintéticos, los plazos entre cambios se amplían considerablemente. El reemplazo puede hacerse a los 10, 12 o 15 000 kilómetros, según lo que indique el envase a partir de su formulación específica.

Tenga en cuenta que la utilización de aceite mineral o sintético, así como de una numeración específica (5W40, 10W30, 20W50, etc.), no es arbitraria, sino que debe obedecer al requerimiento específico del motor de su vehículo, en función de sus cualidades particulares.

En el caso de vehículos nuevos, la información está contenida en el manual del propietario y son los concesionarios quienes se encargan de esa tarea, al menos cada vez que el vehículo ingresa a los mantenimientos de garantía.

Para los vehículos con varios años de uso, la recomendación de un técnico capacitado le guiará sobre el tipo y numeración de aceite que a su vehículo le aportará los mayores beneficios.

En ambos casos, con cada cambio de aceite conviene también cambiar el filtro, pues su función es atrapar los residuos resultantes de la lubricación y limpieza.

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