Ford anunció hace pocos días que el presidente de la compañía, Alan Mulally, abandonará su puesto el próximo 1 de julio y será sustituido por Mark Fields, actual director de Operaciones de la firma, quien también ocupará el puesto de consejero delegado del fabricante automovilístico.
Mulally, que llegó a Ford en el 2006 procedente de Boeing, es considerado la clave del éxito del constructor estadounidense durante los últimos años y la razón por la que Ford superó la grave crisis que ese sector sufrió entre el 2008 y el 2009.
Durante una conferencia de prensa para anunciar el cambio en la dirección de Ford, el presidente del consejo de administración de la empresa, Bill Ford, agradeció a Mulally “todo lo que ha hecho por la compañía” y añadió que está seguro de que Fields “va a ser otro gran presidente”.
Por su parte, Mulally, de 68 años, dijo que tiene una gran confianza en Fields y reveló que fue el primero que apoyó su nombramiento durante la reunión del consejo de administración de Ford.
“Fui el primero en apoyarlo” señaló Mulally, quien dijo a Fields: “Vas a ser excelente. Estoy realmente contento de que tengas la oportunidad de dirigir esta gran compañía”.
Mulally también recalcó que Fields es uno de los autores de la renovación de Ford en los últimos años, que ha permitido que el fabricante acumule miles de millones de dólares en beneficios.
El Presidente saliente, que hace solo unas semanas aseguró que se mantendría al frente de Ford hasta finales de año, justificó el adelanto de su retiro porque ahora “es un buen momento para hacerlo. Es la confianza que tenemos en que el nuevo equipo está listo”.
Ford ha estado preparando la sucesión de Mulally desde hace algún tiempo, para asegurar a los mercados e inversores que el relevo de su Presidente no significará una ruptura en las políticas de la empresa.
Fields, de 53 años, confirmó que Ford seguirá las políticas que ha aplicado en los últimos años. “Todos tenemos el deseo de continuar esta cultura de una empresa fuerte y rentable en la que todos creemos”, dijo Fields.
Los analistas económicos concuerdan en que el gran desafío de Mark Fields como líder del segundo mayor fabricante de automóviles de Estados Unidos será continuar el trabajo iniciado por Mulally.
Fields se hará cargo de una empresa saneada que en el 2013 ganó USD 7 200 millones. No obstante, tendrá que encarar al menos cuatro grandes problemas: finalizar la reestructuración de la marca en Europa, buscar soluciones para impulsar al deficitario mercado sudamericano, acelerar la presencia en China y revitalizar a Lincoln, la marca de lujo de Ford.
Fields también tiene un desafío personal: mantener una estrecha relación con Bill Ford, el bisnieto del fundador de la compañía y presidente ejecutivo de la empresa.
Cuando Mulally llegó procedente de Boeing, donde había dirigido su reestructuración para encarar la creciente competencia de Airbus, forzó a la empresa a ser realista y disciplinada. Se desprendió de las costosas marcas de lujo europeas (Aston Martin, Jaguar, Land Rover y Volvo), eliminó a la marca Mercury, situada a medio camino entre los vehículos populares de Ford y los lujosos de Lincoln, y terminó la relación con Mazda.
Los resultados de su gestión hoy son más que evidentes. “Voy a echarlo mucho de menos. Además de ser un gran Presidente se convirtió en un gran amigo, y eso no pasa mucho en este sector”, dijo Ford al anunciar la sustitución.
Fuente: EFE No pienso hacer cambios porque cuento con un equipo muy sólido”.