El apellido Cozzaglio es uno de los más respetados en el karting nacional, dados los logros obtenidos por los hermanos Piero y Francesca en el país y en el extranjero.
En su palmarés personal Francesca exhibe dos campeonatos nacionales y tres provinciales en la categoría Kadett y el subcampeonato nacional de la categoría Júnior en el 2011. Además participó en el Mundial Rotax Max Challenge del año pasado en Abu Dhabi, luego de ganar el campeonato Rotax Max Challenge de Venezuela.
Hace poco fue escogida para participar en la escuela Nacam Fia en Puebla, México, en la que se instruye a pilotos jóvenes en la conducción de autos de turismo como paso previo a la Nascar de EE.UU.
Su exitosa trayectoria deportiva empezó a los 7 años, cuando su padre la animó a probar un kart que su hermano ya no utilizaba porque pasó a una categoría superior.
Tres años después, en el 2005, participó en su primera carrera oficial en Cuenca y desde entonces ha recorrido múltiples ciudades y países representando a la provincia de Pichincha y al Ecuador.
Francesca reconoce que su amor por los autos y por las carreras surgió desde temprana edad, debido a la influencia de su familia y al apoyo incondicional de sus padres Pedro y Julia Elena.
“Ese es uno de los beneficios de tener una familia ‘tuerca’ en la que a todos les gusta el deporte automovilístico”, asegura.
Al igual que otros pilotos jóvenes, Francesca espera llegar a categorías superiores del automovilismo. Esas opciones se basarían en su talento y también pudieran apoyarse en el hecho de ser la única mujer que en la actualidad compite en tornos nacionales e internacionales de karting.
Por eso se mantiene a la expectativa de las posibilidades de hacer cursos o probar autos de fórmula que podrían presentarse en el transcurso de este año.
Para Francesca, la incursión de las mujeres en el mundo motor es muy positiva porque ellas “han demostrado capacidad y habilidades para desenvolverse en cualquier ámbito, incluso en los que se consideran solo de hombres”.
Ella se siente feliz de ser una de las pocas representantes en el pilotaje, al cual considera mucho más serio que un pasatiempo.