Quito, en construcción

La ciudad de Quito atraviesa una etapa de cambios físicos orientados a mejorar la movilidad en el mediano y largo plazos. A la construcción del Metro se suman obras como la renovación de paradas del Trolebús, la edificación del intercambiador de Carapungo y, más recientemente, el inicio del levantamiento de otro distribuidor de tráfico entre las avenidas Eloy Alfaro, De los Granados y Río Coca.

El necesario cierre de vías debido a la realización de los trabajos suele generar malestar entre los usuarios, pues obliga a alterar las rutinas diarias en cuanto a rutas, horarios y otros hábitos. No obstante, vale la pena detenerse a pensar en los beneficios que dichas obras reportarán a los ciudadanos, una vez que estén concluidas, para tratar de hacer más llevadera a la incomodidad.

Después de décadas de retraso en materia de infraestructuras, el Gobierno Nacional y los gobiernos locales -al parecer- comprendieron la importancia de planificar soluciones con miras al futuro, y no solamente aquellas de corto plazo que suelen reportar réditos electorales inmediatos.
Los quiteños debemos colaborar con la ciudad y ser pacientes. Al Cabildo capitalino le toca trabajar con empeño para cumplir los plazos previstos.

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