Jackson Zamora inició su viaje hace tres semanas. Perú fue su primer destino internacional.
Aunque su relación con el mundo de las dos ruedas empezó en la adolescencia, el ambateño Jackson Zamora reconoce que no es un motociclista de amplia trayectoria. Aprendió a manejar moto a los 16 años, en una Honda 400 tipo chopper de su hermano, y en ella dio sus primeros paseos ‘largos’ por la provincia de Tungurahua.
Los cautivadores relatos de un motoviajero italiano, a quien conoció en esa época en Tulcán, despertaron su curiosidad de conocer otras latitudes. No obstante, un accidente lo separó de las motos durante varios años.
En el 2008, a los 29 años, volvió a subirse a una moto y adquirió una Kawasaki KLR 650 con la que se propuso recorrer Sudamérica al año siguiente, en el sentido de las agujas del reloj. Cruzó por Colombia y Venezuela, y ante la imposibilidad de ingresar a Guyana, intentó adentrarse en Brasil por la complicada ruta amazónica BR–319.
Luego de 13 días de duro recorrido por una vía sin asfaltar y en una temporada lluviosa, Zamora finalmente se quedó varado y con la moto dañada. Dos días después fue rescatado por militares brasileños, quienes lo trasladaron hasta Manaos, y desde ahí tomó un barco por el Amazonas hasta Yurimaguas, en la selva peruana, donde arregló la moto y retornó a Ambato.
Zamora publica fotos de su recorrido en su cuenta de Facebook.
Tras la frustración que le significó tener que regresar sin completar la vuelta, en el 2012 decidió volver a intentarlo en sentido inverso. Zamora recorrió sin problemas Perú, Chile, Argentina, Brasil, Bolivia, nuevamente Perú y volvió a Ecuador.
Esta experiencia exitosa le animó a idear un proyecto más grande y ambicioso, que consiste en recorrer 100 países de los cinco continentes en un plazo no mucho mayor a cinco años.
No obstante, el camino hacia el cumplimiento de ese sueño no fue fácil. En marzo del año pasado, Zamora sufrió un fuerte accidente en Cochancay, en la provincia de Cañar. Varios huesos rotos y un hematoma en el cerebro lo mantuvieron inmovilizado por tres meses.
Sin embargo, eso no fue impedimento para continuar con sus planes. Durante su recuperación, Zamora contactó al motoviajero argentino Emilio Scotto, célebre por haber dado la vuelta al mundo hace 30 años, con la intención de organizar un circuito de conferencias motivacionales en Ecuador y Colombia, y de ahí obtener una parte del financiamiento para su viaje.
El encuentro con múltiples culturas anima a Zamora en su travesía.
Pero los resultados no fueron los esperados y Zamora, aún mermado físicamente y casi sin recursos económicos, estuvo a punto de anunciar la cancelación del proyecto mediante un comunicado.
Una llamada de su amigo Ricardo Rocco evitó que el sueño de Zamora no se realizara, o al menos que quedara postergado de manera indefinida. El Director de la Escuela de Motos puso a disposición de Jackson una Honda Africa Twin que requería ciertos arreglos, pero que representaba la base de un proyecto en el que faltaba un componente fundamental: el vehículo.
Poco después, una cooperativa de ahorro y crédito creyó en el proyecto de Zamora y le entregó un aporte económico que le permitiría afrontar sin mayores apuros un primer tramo del viaje, que en este caso es nuevamente Sudamérica.
Así, el proyecto cobró forma hasta que llegó el día que Zamora se puso como plazo para iniciar la aventura y cruzar la primera frontera internacional con Perú.
Después de Sudamérica, Jacson continuará hacia Centro y Norteamérica. Cruzará a España, bajará a África, que espera cubrir en un año, y regresará a Europa, Siberia, Asia y Oceanía. Durante su viaje se propone brindar charlas motivacionales a jóvenes, para animarlos a luchar por sus sueños, por ambiciosos que pueden ser.