La estética de un vehículo es el factor clave en la vida de un vehículo
El uso cotidiano de un vehículo repercute directamente en su mecánica y en su apariencia. El sol, la lluvia, el polvo, entre otros factores, influyen en el desgaste de sus componentes, especialmente de la carrocería y sus recubrimientos (pintura y barniz).
Es por eso que resulta imprescindible tomar medidas diarias que ayuden al cuidado de los automotores. De esta forma se puede alargar su vida útil y reducir los gastos en el mantenimiento de su estética. Los expertos recomiendan asistir a talleres especializados para cuidar del aspecto de un vehículo.
Rayones, un mal de todos los días
Sebastián Darquea, asesor de Servicios de Vallejo Araujo, asegura que una de las principales afectaciones que aparece en los automotores son los rayones y los raspones.
“Estos problemas, por pequeños que sean, representan un riesgo que pueden complicarse con el tiempo. Las condiciones climáticas, de manera especial, hacen que una raya en la carrocería o un raspón afecte al exterior. Si este problema no es solucionado se puede afectar también a las latas del vehículo mediante la generación de óxido”, expresó.
Sobre la reparación
El arreglo de este tipo de problemas empieza con la remoción de pintura, mediante un proceso de lijado de la pieza afectada. Luego se aplica un fondo, se vuelve a lijar y se aplica una capa de pintura y otra de barniz.
Los golpes leves también causan molestias
Darquea añade que otra de las problemáticas comunes son los hundidos leves en las latas del vehículo. “En este caso se debe diferenciar si el golpe afectó o no a la pintura. Después de esto, se procede con el tratamiento correspondiente según se determine”, dijo.
La estética, un factor clave
El trabajo en el taller
Cuando una parte tiene un golpe y la pintura no está dañada se puede solucionar el impacto de dos formas. La primera implica desarmar la pieza y sacar el hundido con leves topes calculados hasta que la pieza retome su forma normal.
La segunda opción es mediante ventosas adherentes que se colocan en la zona perjudicada. Esta es una técnica no invasiva que resuelve el problema en pocos minutos. En ambos casos, los procedimientos se realizan siempre y cuando la afectación no toque una línea de diseño del auto.
Pero si la pintura también resultó dañada en un choque leve, se debe realizar el mismo procedimiento anterior para sacar el golpe y seguir los pasos de recubrimiento, antes mencionados.
Los faros también cuentan
Es común observar que los automotores tienen los grupos ópticos, delanteros o traseros, opacos. Esto también es un resultado de las condiciones climáticas.
Sebastián Darquea señala que en la mayoría de casos es preferible no pulir los faros porque estos pierden su efectividad.
“En la actualidad, estos elementos disponen de una mica protectora en la parte externa. Cuando se los pule, estos recubrimientos pierden su efectividad y los faros no actúan correctamente. Lo recomendable es limpiar el auto constantemente y evitar este problema”, dijo.