Diversión, música y ­evolución, de la mano de la radio

Este componente se ha convertido en un elemento indispensable de distracción. Foto: archivo CARBURANDO

Este componente se ha convertido en un elemento indispensable de distracción. Foto: archivo CARBURANDO

Este componente se ha convertido en un elemento indispensable de distracción. Foto: archivo CARBURANDO

La conducción es una actividad que resulta placentera para muchas personas. Aunque quienes se dedican a manejar vehículos de manera profesional pueden no sentirse identificados del todo con esta afirmación, debido a las exigencias de sus labores diarias.

En este sentido, los fabricantes de vehículos siempre buscan ofrecer los más altos estándares de calidad y comodidad en sus modelos. Existe un elemento que complementa el confort ofrecido por la mayoría de marcas y que hace del tiempo transcurrido en un automotor un momento divertido y agradable: la radio.

Con programas de noticias, deportes, radionovelas, música, entrevistas, o muchos otros, este elemento se convierte en una herramienta fundamental para el disfrute y relax de los ocupantes de un automotor, ya sea de transporte público o de uso privado.

Las primeras radios se sintonizaban con perillas. Foto: Archivo CARBURANDO

Este elemento tiene la capacidad de generar una sensación de bie­nestar para los ocupantes de un vehículo, a pesar del pesado tráfico que puede presentarse todos los días en las grandes urbes.

Al ser un elemento dependiente de la tecnología, la radio también ha experimentado un proceso de evolución desde su primera aparición en 1922. Desde ese año se empezó a trabajar en su desarrollo, aunque no fue hasta después de varias décadas que se popularizó.

La radio con casete fue un invento muy revolucionario. Foto: archivo CARBURANDO

El primer prototipo fue adjudicado a George Frost, quien desarrolló un primer radiorreceptor compacto que podía ser utilizado mediante dos botones giratorios. Este invento fue instalado en un Ford Model T, el auto más popular del planeta
por aquel entonces.

Este ejemplar es considerado el primer vehículo de la historia en equiparse con este componente. Para 1927, la empresa estadounidense Firma Storage Battery Co. empezó a producir unas radios compactas. Su tamaño era ideal para colocarlas en la mayoría de los automotores de la época.

Varias compañías dedicaron sus investigaciones a crear nuevos prototipos más eficientes y modernos en EE.UU., Reino Unido y Alemania.

Con el pasar del tiempo y el desarrollo de las nuevas tecnologías, este elemento evolucionó hasta llegar a las radios que funcionaban con casete (en los años setenta) y más tarde con CD (1990).

Las pantallas táctiles cambiaron la forma de manipular una radio. Foto: archivo CARBURANDO

El formato MP3 fue uno de los saltos más destacados. Este se dio a inicios del 2000. Los sistemas de reproducción permitían que las personas escucharan cientos de canciones y no solo unas pocas.

Las conexiones inalámbricas facilitaron el uso de aplicaciones. Foto: archivo CARBURANDO

Finalmente, con la incorporación de puertos auxiliares, sistemas de conexión inalámbrica (bluetooth) y pantallas táctiles, el uso de la radio tomó un giro radical. El objetivo de esta evolución fue que las personas prioricen su seguridad y diversión.

Fuente: www.autobild.es

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