Los 'tips' para la conservación de los neumáticos
La rotación permite que el nivel de desgaste de los cuatro neumáticos sea equilibrado. Foto: archivo/ CARBURANDO
Si bien cada fabricante puede estimar una determinada durabilidad de sus neumáticos en kilómetros, la cifra constituye solo una referencia, pues la vida útil de las llantas depende mucho del mantenimiento rutinario que reciban y del estilo de conducción del usuario.
Los expertos recomiendan realizar alineación, balanceo y rotación de neumáticos cada 10 000 kilómetros recorridos, siempre y cuando dentro de ese plazo no se produzca un incidente que amerite acortarlo (una caída fuerte en un bache, un golpe contra una vereda, etc.).
También hay una acción muy sencilla que cualquier usuario puede llevar a cabo por su propia cuenta y puede alargar la vida útil de las llantas. Se trata de la revisión periódica de la presión de aire, que permite mantener a los neumáticos dentro de los parámetros de inflado adecuados.
Por lo general, en vehículos livianos la presión correcta oscila entre 28 y 30 libras que se determinan con la ayuda de un medidor manual. Cabe recordar que tanto una presión excesiva como una deficiente pueden causar severos daños al neumático, pues alteran su forma redonda, además de que tienen un impacto directo en el nivel de confort que experimentan los ocupantes.
Las llantas también sufren un desgaste prematuro si el conductor acostumbra dar fuertes aceleraciones en los arranques, frenazos o cambios bruscos de dirección. Lo mejor para conservar los neumáticos en buenas condiciones durante el mayor tiempo posible es combinar un mantenimiento oportuno y adecuado con una conducción moderada que, a la vez, evita riesgos innecesarios en la vía.
Si por un golpe en una llanta se llega a formar un 'chichón', conviene cambiarla por otra nueva. Esas anomalías conllevan el riesgo latente de que el neumático explote.