Antes de dejar la planta , los vehículos reciben una inspección minuciosa
Para General Motors – Ómnibus BB, el mejoramiento de sus procesos de manufactura es un reto permanente. Por esa razón, la compañía realiza continuas inversiones orientadas a alcanzar los más altos estándares de calidad, para satisfacer las exigencias de sus clientes.
Hace pocos días, GM-OBB invitó a CARBURANDO a un recorrido por el área de Calidad de su planta ensambladora, con el fin de conocer las verificaciones que se realizan durante el proceso de producción, antes de que los vehículos se envíen a los concesionarios para su comercialización.
En diferentes etapas del ensamblaje, los vehículos son sometidos a verificaciones visuales y físicas por parte de auditores responsables de cada área, con el fin de detectar posibles defectos que obligan a encontrar el error dentro del proceso para corregirlo.
Además, dos o tres unidades de cada lote de entre 15 o 20 son escogidas al azar para ser sometidas a mediciones con equipos muy sofisticados, capaces de detectar si las medidas de las piezas están fuera de las especificaciones del fabricante con base en un escaneo tridimensional.
Las unidades que superan las inspecciones en todas las estaciones y llegan a la fase final del ensamblaje, son sometidas a pruebas estáticas y de ruta en las que se comprueba el buen funcionamiento de todos los sistemas y se descarta la existencia de filtraciones de agua, ruidos, desajustes, etc.
Entre los vehículos aprobados, una unidad de auditoría de calidad escoge aleatoriamente unidades a las que realiza una nueva inspección final, para así buscar, encontrar y corregir hasta los defectos estéticos que resultan casi imperceptibles para el ojo común.
Daniel Arroyo, supervisor de Operaciones de Calidad de GM – OBB, explica que el mejoramiento continuo de los procesos ha permitido suprimir ciertas fases correctivas del ensamblaje, debido a la baja incidencia de problemas que actualmente se registran.
Por ello, GM – OBB está cerca de pasar de la certificación BIQ III (Construido en Calidad, por sus siglas en inglés) a la BIQ IV ante la corporación, lo cual implica que ciertos inconvenientes del proceso de producción han sido superados casi en su totalidad.