Los talleres especializados, oficiales o particulares, se encargan de preservar los vehículos siempre en óptimo estado
Cada vez que una persona adquiere un vehículo nuevo o usado, espera que este le brinde fieles servicios durante todo el tiempo que lo tenga en su poder. No obstante, la fiabilidad tiene relación directa con el uso que se le dé y con el tipo de mantenimiento que el auto reciba durante ese lapso.
Los avances tecnológicos aplicados a los vehículos construidos en los últimos 20 años han contribuido a mejorar la fiabilidad de los mismos, en relación con aquellos equipados con sistemas más antiguos. Tal es así que, en circunstancias normales, los modelos más modernos rara vez presentan un desperfecto que amenace con dejar a los ocupantes varados en la mitad del camino.
Pero esas circunstancias normales aluden a una conducción serena, sin maniobras bruscas, y al hecho fundamental de que el automotor reciba, de manera periódica, las tareas de mantenimiento preventivo que garanticen su correcto funcionamiento.
Los talleres especializados, oficiales o particulares, se encargan de preservar los vehículos siempre en óptimo estado
Cada vez que un concesionario de cualquier marca vende un vehículo, entrega al flamante propietario un manual en el que brinda recomendaciones sobre el uso del mismo y sobre los plazos y condiciones en los que deben hacerse los chequeos rutinarios.
Además, se especifica que estas tareas deben llevarse a cabo únicamente en los talleres autorizados por el fabricante, al menos mientras esté vigente la garantía del auto, en tiempo o en recorrido.
Hay talleres especializados en motores, suspensiones, frenos, transmisiones… y otros que atienden todas esas áreas.
En la actualidad, con el protagonismo que ha cobrado el servicio posventa dentro del negocio automotor, son muchos los dueños que llevan sus unidades a los mantenimientos preventivos en los talleres oficiales, incluso después de que la garantía expira.
Esto ofrece la ventaja de que los técnicos especializados conocen con precisión los trabajos que se deben realizar y los puntos que se deben revisar en un determinado kilometraje, y el taller cuenta con los equipos y herramientas adecuados, además de los repuestos originales cuando se requieren.
No obstante, cuando el vehículo pasa a manos de un segundo propietario esta situación suele cambiar drásticamente, pues para muchos las consideraciones anteriores dejan de ser prioritarias.
Hay talleres especializados en motores, suspensiones, frenos, transmisiones… y otros que atienden todas esas áreas.
Para ese importante mercado de autos de segunda mano que no utilizan el servicio posventa de los concesionarios, existe una oferta de talleres particulares, multimarca y especializados, que ha aumentado considerablemente en los últimos años, de manera directamente proporcional al crecimiento del parque automotor.
Pero independientemente de que el propietario lleve su vehículo a un taller autorizado o a uno particular, es importante que realice las tareas de mantenimiento cada vez que corresponda, con el fin de prolongar su vida útil.
Por lo general, en estos talleres también se realizan trabajos correctivos más complejos, cuando se requiere. A continuación se detallan algunos de los que tienen mayor demanda en ambos casos.