Una de las principales dudas a las que se enfrentan los dueños o usuarios de vehículos a la hora de cambiar el aceite del motor es por cuál optar, en un mercado que pone a disposición una amplia variedad de tipos y marcas.
Todos los lubricantes para motores de gasolina y de diésel tienen una nomenclatura que indica su grado de viscosidad (densidad), que proporciona una idea de qué tan rápido fluye el aceite dentro del motor. La viscosidad del aceite debe ser la apropiada según las características del motor y la temperatura ambiental. Si el aceite es demasiado viscoso cuando el motor está frío no circulará por su interior y si se hace muy poco viscoso cuando está caliente no le dará una protección adecuada.
Numeración
Los motores modernos requieren aceites más livianos, como los 5w40 o 10w30. En motores con más recorrido suele usarse el 20w50.
Los aceites tienen dos números para el grado de viscosidad, lo cual indica que pueden mantener el rendimiento del motor a temperaturas altas y bajas. El primer número suele ir seguido por una w, que hace referencia al invierno (de winter, en inglés), y representa su viscosidad a temperaturas bajas. Cuanto más bajo sea el primer número, más líquido estará el aceite a temperaturas bajas. El segundo número representa la viscosidad a temperaturas elevadas. Cuanto mayor sea, más denso se mantendrá en caliente.
Respecto de la marca, cualquier aceite que cumpla con las especificaciones del fabricante es válido. Generalmente, las marcas más reconocidas cuentan con productos de excelente calidad que cumplen y hasta exceden los requerimientos del motor del vehículo.