En la cancha no hubo iliquidez

Victoria azulgrana en El Batán.   Isaac Mina, de Deportivo Quito, cabecea ante Gabriel Achillier. Acompañan los azulgranas Luis Checa (20) y Federico Nieto (32). Paúl Rivas/ EL COMERCIO

Victoria azulgrana en El Batán.  Isaac Mina, de Deportivo Quito, cabecea ante Gabriel Achillier. Acompañan los azulgranas Luis Checa (20) y Federico Nieto (32). Paúl Rivas/ EL COMERCIO

El 'Quito corazón', 'Quito corazón' retumbaba en la preferencia, como un grito desesperado, como una catarsis de los hinchas que durante la semana vieron cómo su equipo hacía noticia por su iliquidez, por los números rojos, por la renuncia de un directivo. Es decir, por los problemas de siempre en la institución.

Los hinchas azulgranas dicen continuamente que ellos tienen dos corazones: uno para vivir y el otro para sufrir con su club. Y por lo visto este año en las 11 fechas del campeonato, el elenco de la Plaza del Teatro además de ser el cuadro de los dos corazones es el equipo de las dos caras.

La una es la que se vio durante la semana pasada: los problemas dirigenciales, los sueldos atrasados, la amenaza de nuevos paros de jugadores. Pero ayer el club mostró su otra faceta, el lado B, la rebeldía en el momento de jugar y de afrontar con garra la adversidad.

Deportivo Quito tumbó el invicto de ocho fechas de Emelec y lo hizo jugando bien al fútbol. Esto pese a que en el primer tiempo, el partido fue parejo y el Emelec supo controlar a Álex Colón y Robert Flores, los encargados de crear opciones para los locales.

Pero, en el segundo tiempo, el Deportivo Quito fue el equipo pragmático y contundente de las 10 fechas anteriores. Colón se liberó de las marcas, se declaró el comandante del equipo y lideró la victoria y como postre a su actuación marcó un golazo. En el podio de los mejores le acompañó Federico Nieto, quien ya va acostumbrando a los hinchas a marcar tantos siempre. El tercer gol de Jorge Guagua fue la yapa.

Deportivo Quito Federico Nieto, el amigo del gol Durante la semana se entrenó con normalidad solo en los dos últimos días, debido a una dolencia en su pierna izquierda. No podía jugar 90 minutos (actuó 78'), pero el tiempo fue suficiente para destacarse. Anotó el primer tanto de su equipo, a los 58' y siempre mantuvo complicados a Christian Nasuti y Gabriel Achillier.

[[OBJECT]]

Emelec Pablo Zeballos y su pasantía en el país Llegó a Emelec con una intensa promoción mediática. Para traerlo, el cuadro millonario firmó un contrato por seis meses con él y pagó USD 600 000 para adquirirlo. Sin embargo, el jugador no ha mostrado su valía. Ha pasado más tiempo en la banca. Ayer fue titular, pero su presencia no se sintió y fue cambiado.

Si el gol de Federico Nieto dejó tambaleando a Emelec, el golazo de Álex Colón terminó por tumbar al linajudo rival del Deportivo Quito. Entre los dos tantos apenas hubo dos minutos de diferencia ( 58' el del argentino y 60 el de Colón) y en ese lapso la 'AKD' hizo suyo un partido clave.

De la mano del volante, Deportivo Quito tuvo juego y magia. El mediocampista quiteño llegó este año al plantel con una pesada mochila: reemplazar al símbolo del equipo, Luis Fernando Saritama, quien dio el portazo y se fue al rival de patio: Liga de Quito.

Pero en las 11 fechas del torneo, Colón ha demostrado que es digno de vestirse con la camiseta 10, destinada en todos los equipos para los jugadores diferentes, para los creativos y para aquellos que pueden enloquecer a la hinchada con un golazo. Colón ayer no se escondió ante la recia marca propuesta por Emelec en el medio campo con Pedro Quiñónez, conocido por su vehemencia y por el paraguayo Fernando Giménez.

Se juntó permanentemente con Robert Flores, el otro jugador de talento que tiene el medio campo del Quito. La consigna era clara: buscar con pelotazos al vacío a los delanteros chullas: Nieto y Kevin Ayala, en el primer tiempo y Nieto y Walter Calderón, en el segundo.

Cuando el partido se inclinó a favor de los azulgranas, Colón tuvo más tiempo para manejar el balón, los contragolpes y los tiempos del partido. Tuvo sacrificio y un espíritu altamente combativo.

Los hinchas azulgranas recompensaron su esfuerzo con el argentinizado cantito de "olé, olé, olé... Colón, Colón". Al final cambió su camiseta con Cristian Nasuti y se fue al camerino con una sonrisa.

Suplementos digitales