Jules Bianchi falleció 21 años después del deceso de Ayrton Senna. Este trágico suceso reabrió el debate sobre la seguridad en la F1. Foto: Agencia AFP
Los familiares de Jules Bianchi vivirán uno de los lunes más tristes de sus vidas. Ese día hubiesen festejado el cumpleaños 26 del piloto francés. Sin embargo, el destino y un aparente vacío en el reglamento de seguridad de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) evitaron que llegue ese momento.
Tras su accidente y posterior fallecimiento, la discusión sobre la efectividad de las medidas de seguridad se reabrió. Y es que el siniestro se hubiese podido evitar si la grúa que evacuaba al Sauber del alemán Adrián Sutil, durante el Gran Premio de Japón, hubiese ingresado a cumplir con su labor después de la intervención correspondiente del ‘safety car’. De hecho, el auto de seguridad no entró en la pista hasta la vuelta número 44, después del accidente de Bianchi.
Por ahora, los pilotos que participan de la máxima categoría del automovilismo aseguran que la seguridad en la F1 ha evolucionado mucho desde la muerte de Ayrton Senna, en 1994. Un aspecto que parece no eximir a este deporte de los accidentes que pueden ocurrir eventualmente.