Si Edgardo Bauza se llega a comprometer para dirigir a Paraguay, Ecuador habrá perdido al entrenador que por el orden natural del fútbol debía estar en el banquillo.
De paso, aumentará el resentimiento que ciertos hinchas le profesan a Luis Chiriboga, quien la está pasando muy mal en las redes sociales, en un bullying que habría generado depresión a alguien con menos cintura… cintura política, of course. Dejar ir al DT más ganador de la historia del Ecuador (con sus bemoles, claro) fue un error que la Ecuafútbol podría estar repitiendo fatalmente.
Cuando Bauza estaba listo para asumir el cargo en julio del 2010, la cúpula de la FEF quiso esperar hasta enero del 2011 y ahorrarse seis meses de sueldo. El ‘Patón’ no tuvo paciencia y se voló. Hoy, a pesar de que casi todos los rivales sudamericanos han definido a sus entrenadores, la FEF insiste en esperar hasta enero por razones administrativas, ya que Chiriboga teme perder la reelección (quizás no se presente) y dejar sin piso al nuevo estratega.
Esto tiene una interpretación: la FEF se ha acostumbrado al caudillismo y no es una entidad con la suficiente madurez entre sus miembros para alcanzar un acuerdo hoy sobre el entrenador.
Es penoso que la decisión sobre el DT de la Tricolor no responda a un proceso acordado entre todos los actores del fútbol.
También es posible que Chiriboga ya tenga convenido con un entrenador, incluso con el mismo Bauza que en diciembre podría dejar San Lorenzo, pero no puede hacerlo público hasta ser reelegido, lo que demostraría su debilidad. Claro, ponerse a buscar en enero un DT sería negligente, pero la inseguridad de que seguirá en la FEF ha paralizado a la Tricolor, que se divertirá (¿o padecerá?) con un interino que anuncia recambios como si fuera el titular. Temblemos, y no por culpa de los sismos.