Los procesos adoptados han permitido reducir los tiempos de entrega. Foto: Carburando
La restricción a la importación de vehículos cambió el panorama del negocio automotor en el país. Ante la imposibilidad de crecer por volumen de ventas, los representantes de las marcas optaron por reforzar sus servicios de posventa, basados en la oferta de mantener los vehículos de las marcas que distribuyen siempre en condiciones óptimas.
El taller de enderezada y pintura de Automotores y Anexos (Ayasa), distribuidor de Nissan, fue el primero de la marca en Latinoamérica en obtener la certificación BP-DOS (Body and paint dealer operation stardars), que establece los parámetros de funcionamiento en lo referente a la idoneidad del personal, uso de equipos y herramientas adecuados, nivel de satisfacción de los clientes y cuidado del medioambiente, entre otros aspectos.
Martín Álvarez, gerente de Enderezada y Pintura de Ayasa, explica que dicha certificación les ha permitido reducir los tiempos de permanencia de los vehículos en el taller, lo cual ha tenido un impacto positivo en los usuarios.
Álvarez asegura que el deber de un concesionario oficial es devolver a un vehículo siniestrado sus condiciones originales, salvaguardando tanto sus características de seguridad como su estética.
En parte, los resultados obtenidos obedecen a la utilización de un software que permite calcular los tiempos de reparación de un determinado daño, según su grado de severidad, así como los costos que implique, con base en estudios analíticos y criterios técnicos previamente establecidos.
El sistema permite eliminar la subjetividad de una evaluación personal, con lo cual se optimizan todos los recursos del proceso.
Según Álvarez este software también ha sido útil para medir la productividad del taller e ir haciendo los ajustes necesarios a los procesos, todo esto con el fin de buscar la mejora continua, lograr la plena satisfacción de los clientes y evitar el retorno de vehículos por una misma falla.