Hamilton-Rosberg, una tormenta en el desierto del GP de Bahréin

El inglés Lewis Hamilton (d) conversa con Nico Rosberg (i) de Alemania, durante el Gran Premio de China

El inglés Lewis Hamilton (d) conversa con Nico Rosberg (i) de Alemania, durante el Gran Premio de China

El inglés Lewis Hamilton (d) conversa con Nico Rosberg (i) de Alemania, durante el Gran Premio de China

Los dos pilotos de la escudería Mercedes-AMG, vigente campeona, se enfrentarán el domingo en el desierto cerca de Manama, en el Gran Premio de Bahréin de Fórmula 1, rodeado como es habitual desde 2012 de un contexto político problemático.

Entre Lewis Hamilton, vigente campeón, que ganó en Australia y China, y el alemán Nico Rosberg, subcampeón del mundo, que cada vez está menos cómodo con el estatus de segundo piloto, se dio una gran batalla en China. Incluso el director del equipo, Toto Wolff, tuvo que llamar al orden a sus pilotos.

Mercedes está pensando en recurrir a las directrices de carrera, si la competencia de Ferrari se vuelve peligrosa y si la situación entre ambos pilotos de las Flechas de Plata se vuelve ingobernable. En estas primeras carreras de la temporada, Ferrari mostró un renacimiento gracias a un monoplaza muy fiable y un motor que progresó de manera espectacular en invierno.

Sebastian Vettel, ganador en Malasia, ya cuenta con los medios para conseguir lo que ambiciona. Y, Kimi Raikkonen se muestra contento de participar en esta progresión de una u otra manera. Se puede decir que el equipo que están formando en torno a la carismástica figura del nuevo jefe de la Scuderia, Maurizio Arrivabene, ya golpeó en varios fines de semana al equipo alemán de Mercedes-AMG.

El cuádruple campeón del mundo viene de encadenar tres podios en otras tantas carrera y es segundo en el campeonato, por delante de Rosberg. Está convencido de que el progreso de la escudería va a continuar: “ Es solamente la tercera carrera de la temporada y el nivel al que estamos es bastante impresionante ” , dijo Vettel el pasado domingo en Shanghai.

Durante los tres días sin competición entre China y Bahréin, la prensa británica estuvo un poco aburrida, los detractores de Hamilton aprovecharon la ocasión que brindó una foto en el podio en donde el inglés rocía con champán a una azafata, reprochándole que ese es un acto sexista y poco galante, entre otras cosas.

Nuevo informe de Amnistía Internacional 

Afortunadamente para Hamilton, hay cosas más graves en el mundo, sobre todo en el Golfo Pérsico. El Gran Premio de Bahréin existe desde 2004, pero fue cancelado en 2011, al comienzo de una revuelta chií contra el régimen de la familia suní Al-Khalifa. De 2012 a 2014, la carrera se disputó, sirviendo de altavoz mundial para las reivindicaciones de la oposición.

Esta edición de 2015 no va a ser una excepción, sobre todo cuando las autoridades del país prolongaron quince días más la detención de un defensor de los derechos humanos, Nabil Rajab, que es chií.

Detenido el 2 de abril por difundir “ noticias falsas ” , según los militantes locales, Rajab fue acusado de “ propagar rumores tendenciosos ” por la fiscalía de Manama. Se refirió, en particular, en Twitter, a la participación de Bahréin en la coalición árabe que combate con los rebeldes chiítas en Yemen.

Este jueves, un nuevo informe de Amnistía Internacional fue publicado en el Reino Unido, como cada año en la misma época.

“Los ojos del mundo van a mirar a Bahréin durante el Gran Premio de F1, pero poca gente se da cuenta de que la imagen que las autoridades quieren proyectar es la de un Estado progresista y reformista, defensor de los derechos del Hombre, algo que oculta una realidad más siniestra”, según la ONG.

“Cuatro años después de la revuelta (2011), la represión y el abuso de la fuerza continúan. Las autoridades de Bahréin deben demostrar que sus promesas de reforma son más que palabras vacías”, comentó Said Boumedouha, director de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África.

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