El uruguayo Ramón Arias cabecea al balón ante los jugadores de Aucas y Liga. Foto: Armando Prado / EL COMERCIO
El 25 de septiembre no hubo un equipo malo y otro menos malo. Aucas tuvo un acierto y ganó 1 por 0 a Liga de Quito, en el estadio Gonzalo Pozo Ripalda.
Fueron dos equipos desesperados, que aplicaron sus estrategias de diferente manera. Aucas protegió la ventaja que logró en la primera etapa con un esquema totalmente defensivo, se encerró en su cancha los 45 minutos del segundo tiempo y fue parco para concluir las jugadas de contragolpe.
Liga, que a decir de su entrenador Álex Aguinaga tuvo una mayor posesión de balón, no fue fino en la definición. En los 10 minutos finales envió al defensa Ramón Arias a jugar como delantero, ante la falta de contundencia de su ofensiva, donde Daniel Angulo apenas participó de una jugada importante durante los 90 minutos.
Aucas ganó luego de 13 jornadas. Sumó tres puntos, que saben a oxígeno en su intento desesperado por evitar el descenso. Tal vez por ello, su actitud egoísta con el fútbol y con la hinchada que casi llenó el estadio de Chillogallo.
Pero el triunfo tuvo dos puntos que destacar. El entrenador Armando Osma hizo que su equipo lograra hilvanar
tres jugadas ofensivas en el primer tiempo, por la zona central, donde Liga presentó una zona vulnerable: Enrique Vera, que se ubicó delante de los zagueros, no trascendió, al igual que Norberto Araujo y Ramón Arias.
Aucas anotó el gol tras un cabezazo de Édison Carcelén, quien recibió el balón en el centro del área. Fue un remate por alto, donde Liga no tiene anticipo.
La otra actuación trascendental en Aucas fue la del golero Johan Padilla, quien atajó dos remates de José Francisco Cevallos y uno de Daniel Angulo. Además, supo jugar con la desesperación de los futbolistas de Liga, de la hinchada visitante, que arrojó objetos contundentes y, al final, se convirtió en la figura de esta victoria oriental.
Liga de Quito, que a fecha seguida vuelve a perder, se queda sin opciones de ganar esta segunda etapa del torneo, como era el objetivo del entrenador Álex Aguinaga cuando llegó al club.
Tras el partido, el DT albo, dijo que observa que hay jugadores que deben seguir en el club por el rendimiento que exhiben, pero hay otros que no.
Ese rendimiento con altibajos hace que el equipo no termine de compactarse. A eso se suma la desesperación del plantel porque los resultados no llegan. La defensa tiene falencias, no posee salidas por los costados y es muy poca la conexión entre volantes ofensivos y delanteros.
El 25 de septiembre debutó el arquero Leonel Nazareno, el esmeraldeño de 22 años, que no lo hizo nada mal. Desvió los remates de Juan Carlos Villacrés, Jairon Bonett y Ayrton Preciado, que pudieron terminar en las mallas. En el gol, saltó pero se vio superado por la actuación contundente del jugador de Aucas.
Nazareno jugó el 25 de septiembre porque el titular, Daniel Viteri está suspendido por expulsión. Actitudes así, también demuestra que a lo interno de Liga hay desesperación.
Y, para colmo, ayer fue expulsado Brahian Alemán, el volante uruguayo que volvió a ser titular, pero que no supo manejar el escenario adverso y agredió a un rival.
Liga se quedó con 16 puntos, ahora está a ocho del líder, Barcelona que completó 24.
Aucas sigue último en la clasificación general, tiene 7 puntos, pero volvió a celebrar una victoria a los dos meses y medio; el 3 de julio había ganado 4 por 1 a Mushuc Runa, en condición de visitante.