Detrás de una prueba de atletismo o de aventura, hay miles de ‘chips’ y centenares de trajes utilizados por los deportistas extremos. Pablo Cevallos, Silvio Guerra y Mónica Crespo detectaron esas necesidades y crearon negocios que mueven este mercado en el país.
Guerra y Cevallos proveen sistemas de cronometraje electrónico para las pedestres y tienen más experiencia, mientras que Crespo sorprendió el año pasado e innovó la oferta de trajes -sobre todo para mujeres- para la práctica de los deportes de aventura.
Guerra, exatleta ganador de la Quito-Últimas, es el más antiguo en esta actividad. El negocio empezó hace cuatro años con un análisis del mercado y una inversión de USD 35 000, revela Vladimir Guerra, gerente de Silvio Guerra Sports. “Hicimos un crédito para empezar. Al principio fue difícil por las empresas que se dedicaban a este mercado. Ahora, tenemos rentabilidad”, explica Vladimir, que gerencia su local en Quito.
Estos réditos se traducen en cifras. Silvio Guerra Sports dispone de 6 000 ‘chips’ al año y entrega su servicio a carreras como la de la Policía Nacional, Expreso, la de la FAE y también a empresas como JP Sports Marketing de Jefferson Pérez.
En caso de que se requieran ‘chips’ se importan más de estos implementos. La empresa ya hizo cronometraje en Colombia y amplió para disciplinas como natación y triatlón.
Silvio Guerra Sports adquiere los ‘chips’ de la empresa Ipico Sports. Pablo Cevallos también adquiere los servicios de esta compañía internacional. El profesional, quien adquirió su experiencia en el servicio de cronometraje cuando laboró en EL COMERCIO y en la Quito-Últimas, inició su negocio en el 2009. Adquirió ‘chips’, lectoras, cronómetros, alfombras y antenas electrónicas. La inversión fue de USD 50 000 y ahora provee su trabajo a pedestres como la Energizer, Los Tres Juanes, Las Cruces de Cuenca, entre otras. Brindará su servicio a la Quito-Últimas de este año.
Cevallos explica que existen más empresas, pero dice que el trabajo es rentable. La marca de su negocio es Cronopro, pero él tributa como persona natural. Defiende su oferta pues posee una página (www.cronopro.com) en la cual se pueden consultar los resultados de los competidores.
Una línea innovadora
Todo empezó como una iniciativa personal. Mónica Crespo, deportista ‘extrema’, y sus compañeras Verónica Vargas y Stephanie Brazinsky decidieron llamarse los Ángeles de Charlie y lucieron diseños novedosos para el Huairasinchi.
Crespo recibió pedidos de los diseños y decidió lanzar una línea deportiva. Empezó con 25 prendas, pero ahora (cada tres meses) ofrece, al menos, 400. Crespo patentó su marca ‘Bugme’ en el Instituto Ecuatoriano de Propiedad Intelectual (IEPI). Ahora a la página de Facebook de Bugme llegan pedidos, incluso, desde los Estados Unidos.
- 35 mil dólares invirtió Silvio Guerra para su negocio de cronometraje.
- 20 carreras en un año reciben servicio de la marca Cronopro.