Integrantes del grupo Trail Runners Ecuador en un entrenamiento del 2015 en el parque Metropolitano. Foto: Julio Estrella / EL COMERCIO
A veces con lluvia, pero siempre con buena energía, un grupo de corredores se reúne desde hace casi dos años en el parque Metropolitano de Quito, generalmente al amanecer. Allí calientan, se entrenan por los senderos y comparten, de una manera u otra, aquel gusto que los une por el ejercicio y por la naturaleza.
Trail Runners Ecuador (TRE) cumplirá dos años en marzo. Tienen también entrenadores en Cumbayá y hasta llegaron a un acuerdo con otra agrupación en el valle de Los Chillos. Sus integrantes reciben asesoría y una planificación acorde a la resistencia y a los objetivos de cada persona.
En las madrugadas, estos corredores no solo transitan por los senderos del Metropolitano. También realizan trabajo funcional y de fuerza, según explica Esteban Arroyo, uno de los fundadores. Él y otros amigos decidieron conformar un grupo con una visión empresarial para que los amantes del ‘trail’ tuvieran un lugar para mejorar y compartir experiencias. “Sentimos que somos una familia que va creciendo y todos hemos ido mejorando en conjunto”, explica el exseleccionado de Squash, quien encontró en las carreras por las montañas una alternativa para no alejarse del deporte.
TRE está conformado por cerca de 70 personas. En el parque se reúnen a las 05:45 y cuentan con tres niveles: principiantes, intermedios y avanzados. Los entrenadores son experimentados. En Cumbayá, por ejemplo, el coordinador es Karl Egloff.
Correr al amanecer
Los integrantes del grupo Trail Runners Ecuador disfrutan del contacto con la naturaleza en cada jornada de entrenamiento. Fotos: Eduardo Terán y Julio Estrella / EL COMERCIO
Los integrantes del grupo Trail Runners Ecuador disfrutan del contacto con la naturaleza en cada jornada de entrenamiento. Fotos: Eduardo Terán y Julio Estrella / EL COMERCIO
Los integrantes del grupo Trail Runners Ecuador disfrutan del contacto con la naturaleza en cada jornada de entrenamiento. Fotos: Eduardo Terán y Julio Estrella / EL COMERCIO
Los integrantes del grupo Trail Runners Ecuador disfrutan del contacto con la naturaleza en cada jornada de entrenamiento. Fotos: Eduardo Terán y Julio Estrella / EL COMERCIO
Los integrantes del grupo Trail Runners Ecuador disfrutan del contacto con la naturaleza en cada jornada de entrenamiento. Fotos: Eduardo Terán y Julio Estrella / EL COMERCIO
Los integrantes del grupo Trail Runners Ecuador disfrutan del contacto con la naturaleza en cada jornada de entrenamiento. Fotos: Eduardo Terán y Julio Estrella / EL COMERCIO
El amanecer, la amistad y el amor por la naturaleza
Melissa Cárdenas asegura que entrenarse en el Metropolitano, a la hora que el sol empieza a salir, es “una bendición”. La fisioterapeuta se unió al grupo porque hace un año y medio trataba la dolencia de un corredor, quien la invitó luego a unirse a las prácticas. Ella tenía experiencia en correr, sobre todo en los parques y básicamente sobre asfalto.
Desde que acudió al ‘metro’, con el canto de los pájaros y con aquel aire tan puro que lo envuelve todo por las mañanas, se quedó maravillada. Ahora confiesa sentirse tan contenta al correr que a veces recuerda sus años en el coro de la universidad y empieza a cantar en voz alta en pleno bosque. Cuando eso ocurre, en ocasiones, sus compañeros la molestan. A ella eso no la incomoda. Simplemente continúa corriendo y canta.
La fisioterapeuta de 25 años valora algunas cosas del grupo. Sobre todo haberse encontrado con personas que sienten también un profundo respeto por la naturaleza.
Aníbal Andrade es otro integrante que valora la amistad que ha encontrado en TRE. A los 32 años, cinco en el mundo del ‘trail’, el publicista busca seguir rompiendo sus límites.
De las pruebas de 10 km pasó a las 21, de 50 y hasta de 80 km. “Cada vez que se llega a una meta se quiere más. El cuerpo y la mente lo pueden… Ventajosamente encontré a este grupo de locos, apasionados, con quienes compartimos esta pasión y con quienes hemos hecho una gran amistad”.